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Dibujo a tinta de Leonardo da Vinci titulado Estudios del feto en el útero

Dibujo a tinta de Leonardo da Vinci titulado Estudios del feto en el útero©GTRESONLINE

La batalla entre la cultura de la vida o la muerte, protagonista en el Parlamento Europeo

La sesión fue testigo de una intensa discusión entre los eurodiputados en la que dos voces españolas se destacaron por su rechazo a incluir el aborto en la Carta de Derechos Fundamentales

En un reciente debate parlamentario europeo en el Pleno, el tema candente fue la propuesta de incluir el derecho al aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Con un amplio espectro de opiniones, la sesión fue testigo de una intensa discusión entre los eurodiputados, en la que dos voces españolas se destacaron al rechazar vehementemente la propuesta.

La cuestión del derecho al aborto es una de las más polémicas y debatidas en el ámbito político y social en Europa. Mientras que algunos países de la UE han legalizado el aborto y lo consideran un derecho fundamental de las mujeres, otros lo ven como un tema moralmente delicado y se oponen firmemente a su inclusión en la legislación europea, pidiendo libertad para cada país de decidir sobre esta materia.

La sesión comenzó con las declaraciones del Consejo y la Comisión Europea que, al parecer siguiendo presiones de Francia, argumentaron a favor de la inclusión del derecho al aborto en la Carta de Derechos Fundamentales haciendo hincapié en la importancia de garantizar los derechos reproductivos de las mujeres como parte integral de los derechos humanos y sonando la voz de alarma ante el retroceso que otros países (léase EE.UU.) estaban experimentando en esta materia.

Agraciadamente se suscitaron numerosas opiniones divergentes, dos de ellas pertenecientes a las eurodiputadas españolas, Margarita de la Pisa (ECR) e Isabel Benjumea (EPP), quienes tomaron la palabra para expresar su firme oposición a la propuesta.

Margarita de la Pisa, del partido conservador español Vox adscrito al grupo político ECR (European Conservatists and Reformists), inició su intervención reafirmando su compromiso con la protección de la vida desde su concepción. La eurodiputada ha tratado extensamente la defensa de la vida humana durante toda su legislatura. Argumentó que el derecho al aborto no debería considerarse un derecho fundamental, ya que entra en conflicto con el derecho a la vida del feto no nacido. Destacó la importancia de promover alternativas al aborto, como el apoyo a las mujeres embarazadas en situaciones de vulnerabilidad y el derecho de los niños a tener su familia.

Intervención de Margarita de la Pisa en el Parlamento Europeo

Intervención de Margarita de la Pisa en el Parlamento EuropeoVox

Por otro lado, Isabel Benjumea, del Partido Popular de la centro-derecha española adscrito al EPP (European Popular Party), respaldó este parecer compartido por otros colegas de la cámara y añadió que el derecho a la vida aparece en el artículo 2 de la Carta de Derechos Fundamentales, hablando de la justicia que implica reconocer este derecho. También habló del aborto como de un fracaso y que más que un derecho se está hablando de una imposición ideológica para introducir la cultura de la muerte en todos los estados de la UE, señalando la contradicción de defender la vida por una parte, y ceder a su destrucción a expensas de una injerencia del poder de Francia sobre esta materia; un exceso de injerencia por parte de la Unión Europea en asuntos que deberían ser competencia de los Estados miembros. Subrayó la necesidad de respetar la diversidad de opiniones y legislaciones en Europa sobre este tema sensible.

Intervención de Isabel Benjumea en el Parlamento Europeo

Intervención de Isabel Benjumea en el Parlamento EuropeoPPE

Las intervenciones de De la Pisa y Benjumea fueron acompañadas de otras desencadenando un intenso intercambio de opiniones en la cámara. Los eurodiputados que apoyaban la propuesta repitieron los consabidos argumentos sobre casos de mujeres que enfrentan dificultades extremas cuando el aborto no está legalizado, como el riesgo de sufrir daños irreparables para su salud o incluso la muerte debido a abortos clandestinos e inseguros, obviando las consecuencias (incluidas los efectos que llegan a ser letales) que las diferentes prácticas de abortos causan sobre la salud de las mujeres que los padecen (hemorragias internas, daños psíquicos, etc).

Los eurodiputados defensores de la vida humana y de la mujer se mantuvieron firmes en su postura, instando a la asamblea a respetar la soberanía de los Estados miembros en este tema argumentando que la inclusión del derecho al aborto en la Carta de Derechos Fundamentales pone en entredicho la coherencia de la Carta, socava los valores y principios fundamentales de algunos países europeos y provoca divisiones y conflictos en la Unión. De nuevo, la discusión entre dos modelos de Unión Europea: la Europa federal homogénea y centralizada, o la Europa de las naciones, libre y diversa. Y de nuevo, la batalla entre la cultura de la vida o la de la muerte.

La sesión concluyó dejando la votación definitiva para inicios de abril. Se respira cierta inquietud de cara a las elecciones europeas y hay presiones para lograr incluir el aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE antes de que cambie el panorama político en Europa.

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