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Bebé recién nacido

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Muere el primer bebé por tosferina en España: estos son los principales síntomas de la enfermedad

Aunque se ha considerado siempre una afección infantil, en los últimos 10 años se ha visto una tendencia creciente en personas de mayor edad

El brote de tosferina que existe en España ha acabado con la vida de un bebé lactante que solo tenía un mes de vida. La madre, según recoge el Centro Nacional de Epidemiología (CNE), no se había vacunado durante la gestación. Hasta medidos de febrero se han notificado 4.097 casos, mientras que en el mismo periodo de 2023 habían sido solo 54. Este año, según Sanidad, no se ha registrado ningún fallecimiento.

El informe, que no especifica la comunidad autónoma del recién nacido, apunta que en el año 2023 se comunicaron 2.560 infecciones totales de esta grave enfermedad, cifra supuso una incidencia acumulada de 5,3 casos por 100.000 habitantes. En ese mismo periodo recibieron atención sanitaria 111 ciudadanos, la mayoría de ellos menores de un mes.

Por comunidades autónomas, la más afectada en 2023 fue el País Vasco, con una incidencia acumulada de 22,7 casos por 100.000 habitantes, seguido de Aragón (13,6) y la Comunidad Foral de Navarra. Por el contrario, los territorios que recibieron menos notificaciones fueron el Principado de Asturias (0,20), Islas baleares (0,33) y Galicia (0,8).

Qué es la tosferina

Tal y como explica el CNE la tosferina es una infección frecuente y muy contagiosa del tracto respiratorio causada por las bacterias bordetella pertussis o bordetella parapertussis. Aunque es una enfermedad desconocida, ya que no es muy común, solo se da entre los seres humanos.

Aunque se ha considerado siempre una afección infantil, en los últimos 10 años se ha visto una tendencia creciente en personas de mayor edad. Actualmente, en los países occidentales hay dos picos de incidencia. En primer lugar, están los lactantes entre de cero a cuatro meses, en los que presenta una importante morbimortalidad, y en segundo lugar el grupo de los adolescentes, los cuales presentan un cuadro catarral prolongado.

Como muestra el documento, la presentación clínica y la gravedad de los síntomas depende de la edad y de los antecedentes de vacunación de la población. En adolescentes y adultos la enfermedad puede ser leve. Sin embargo, la situación cambia en los menores de seis meses, ya que tienen más riesgo de complicación y muerte porque aún no han recibido dos dosis de primovacunación.

Cuáles son sus síntomas

Esta afección se puede identificar en varios periodos. Así, según explica la Clínica Universidad de Navarra, el periodo de incubación –que dura de una a dos semanas– carece de manifestaciones. Es decir, es asintomática, por lo que es muy complicado saber de la existencia de la enfermedad.

Cuando trascurre el tiempo de dos semanas, el paciente infectado entra en el siguiente periodo, el catarral. En esta etapa –que dura otras dos semanas–, el enfermo comienza a sentir los primeros síntomas catarrales. Entre estos están la rinitis, estornudos, febrícula y tos leve y seca.

De la semana cuatro a la seis entra el periodo convulsivo o asfíctico. En estos 14 días la tos comienza a ser convulsiva. Aquí es probable que el paciente, aunque se encuentre bien, comience a tener sensación de bloqueo al respirar. Al ver que se está ahogando, es probable que inicie una inspiración profunda. A esta le seguirá una tos a golpes, ininterrumpida, atropellada, que dificultará aún más la respiración. En esta fase, el niño sacará la lengua, se irá poniendo colorado, cianótico y con ojos llorosos. Al terminar la crisis aparecerá una inspiración ruidosa, que es lo que se llama «gallo de la tos ferina».

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