La Corte de Estados Unidos apuesta por no restringir la píldora abortiva

La Corte Suprema de Estados Unidos celebró el pasado martes una audiencia sobre la mifepristona, una sustancia empleada para las píldoras abortivas. En este encuentro, los jueces apostaron por no restringir el acceso a uno de los fármacos más utilizados en el país para acabar con la vida de los no nacidos.

Pese a que el Tribunal Supremo cuenta con una mayoría conservadora y fue el órgano que revocó hace casi dos años el caso Roe vs. Wade que despenalizó el aborto en Estados Unidos, el pasado martes el juez Samuel Alito, mostró sus reticencias, puesto que cree que la asociación médica a favor de la vida, Alianza Para la Medicina Hipocrática, no ha demostrado que se hayan sufrido daños al ingerir este fármaco.

Médicos y organizaciones contrarias a la cultura de la muerte buscan restringir este químico porque hay estudios que demuestran «que no es seguro». Además, hay médicos que se están viendo obligados a actuar «contra su conciencia» al tratar pacientes que sufren complicaciones tras usar la mifepristona.

Así, Erin Hawley, abogada de la Alliance Defending Freedom, que representa a los grupos antiaborto, aseguró que son situaciones que ponen «en peligro la vida», en las que la opción de un doctor es retirarse e intentar encontrar a alguien más, o atender a la mujer que está teniendo «una hemorragia», dijo Erin Hawley, abogada de la Alliance Defending Freedom, que representa a los grupos a favor de la vida.

La mifepristona está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) desde el 2000. En 2016, el regulador sanitario autorizó su prescripción hasta la décima semana de embarazo (antes era hasta la séptima) y durante la pandemia de coronavirus habilitó que las pastillas fueran recetadas mediante consultas telemáticas y enviadas por correo.

En este sentido, Samuel Alito, que fue quien redactó la decisión de 2022 que anuló Roe vs Wade, fue uno de los que mostró su descontento con el argumento del gobierno de Joe Biden de que los médicos no tienen el derecho legal o la «legitimación» para demandar.

¿Qué es este fármaco químico?

La mifepristona es uno de los dos medicamentos utilizados en un aborto. Se combina con el misoprostol para interrumpir un embarazo. Lo que hace es bloquear la progesterona, hormona necesaria para que continúe el embarazo, mientras que el misoprostol provoca contracciones uterinas. Con esto, el cuerpo expulsa el feto.

Numerosos estudios apuntan que la combinación de estas píldoras provoca un aborto completo en más del 99 % de las pacientes.