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Es esencial comprender que el sueño se compone de ciclos que atraviesan diferentes fasesPexels

Alrededor del 42 % de los adultos presenta algún tipo de patología del sueño

El insomnio, la apnea obstructiva del sueño y el síndrome de piernas inquietas son solo algunas de las condiciones más comunes que afectan al descanso de las personas en la actualidad

En la sociedad contemporánea, el descanso nocturno, ese proceso tan vital para el bienestar físico y mental, está cada vez más amenazado.

Según datos revelados por el doctor Miguel Pintor, especialista del Servicio de Neurofisiología Clínica de la Fundación Jiménez Díaz y los hospitales de Quirónsalud en Madrid, aproximadamente el 42 % de los adultos experimentan algún tipo de trastorno del sueño. Estas alteraciones pueden manifestarse de diversas formas, desde dificultades para conciliar el sueño hasta problemas para mantenerse despierto durante el día, pasando por otras complicaciones durante el proceso de descanso.

El insomnio, la apnea obstructiva del sueño y el síndrome de piernas inquietas son solo algunas de las condiciones más comunes que afectan el descanso de las personas en la actualidad. El doctor Pintor enfatiza la importancia de buscar atención médica si se experimentan síntomas relacionados con estos trastornos, advirtiendo contra la automedicación, que podría acarrear riesgos para la salud.

El sueño, recuerda el doctor Pintor, no es solo un período de inactividad. Es un proceso fisiológico vital para el cuerpo humano, regulando una serie de funciones neurales, hormonales y cardiovasculares. Las necesidades de sueño varían entre individuos y pueden cambiar según la edad y las actividades realizadas durante el día.

En este sentido, es esencial comprender que el sueño se compone de ciclos que atraviesan diferentes fases, cada una de ellas crucial para el descanso óptimo. Entre estas fases se encuentran el sueño REM (movimiento ocular rápido) y el sueño no REM, que a su vez se divide en fases superficial y profunda. La distribución de estas fases varía a lo largo de la noche, con el sueño profundo predominando en las primeras etapas y el sueño REM y superficial prevaleciendo hacia el final.

Para fomentar un sueño saludable, el Servicio de Neurofisiología Clínica de los hospitales mencionados ofrece un decálogo de hábitos para la higiene del sueño:

  • Mantener un horario regular para acostarse y levantarse, incluso los fines de semana y días festivos.

  • Asegurarse de pasar suficiente tiempo en la cama para satisfacer las necesidades individuales de sueño.

  • Limitar o evitar las siestas, aunque en algunos casos se permita una breve siesta después del almuerzo.

  • Evitar el consumo de bebidas con cafeína y teína por la tarde, ya que pueden alterar el sueño incluso en personas que no lo perciben.

  • Abstenerse de consumir alcohol y tabaco varias horas antes de acostarse, ya que pueden interferir con la calidad del sueño.

  • Realizar ejercicio regularmente, preferiblemente por la mañana o temprano en la tarde, y evitar el ejercicio intenso antes de dormir.

  • Crear un entorno propicio para el sueño en el dormitorio, manteniendo una temperatura agradable y reduciendo la exposición a la luz y el ruido.

  • Evitar acostarse con hambre o después de comidas copiosas, y limitar la ingesta de alimentos y líquidos antes de dormir.

  • Reducir la exposición a dispositivos electrónicos con pantallas antes de acostarse, ya que la luz azul puede interferir con el sueño.

  • Pasar tiempo al aire libre y exponerse a la luz solar durante el día para regular el ritmo circadiano.

El Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz ofrece servicios médicos, docentes e investigativos de alta calidad. Colabora estrechamente con entidades educativas como la Universidad Autónoma de Madrid y cuenta con su propio Instituto de Investigación Sanitaria, reconocido por su excelencia en el campo de la investigación médica.

En resumen, el sueño es un componente fundamental de la salud y el bienestar humano, y es esencial adoptar hábitos saludables de sueño para garantizar un descanso óptimo y prevenir trastornos que puedan afectar nuestra calidad de vida.