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Imágenes del cerebro a través de un TACPexels

Nuestros cerebros son cada vez más grandes, y eso es a priori una buena noticia

Los autores apuntan a una especie de muro defensivo

Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de California Davis Health (EE.UU.) ha descubierto que el cerebro humano es cada vez más grande, a juzgar por pruebas y análisis realizados a dos grandes grupos de personas con 40 años de diferencia.

En concreto, la investigación examinó mediante resonancias magnéticas a 3.226 participantes (divididos en un 53 % de mujeres y un 47 % de hombres) nacidos entre las décadas de 1930 y de 1970. Al hacerlo, descubrieron que los nacidos en los 70 tenían un 6,6 % más de volumen cerebral y casi un 15 % más de superficie cerebral que los nacidos en los 30.

Se trata, asegura la universidad, de un crecimiento gradual pero constante año tras año, década tras década. En los participantes de los años 1930, el volumen cerebral medio era de 1.234 mililitros; una medida que en el caso de los llegados al mundo 40 años más tarde se elevaba a 1.321 mililitros, un 6,6 % más.

Lo mismo ocurría con la superficie cerebral: la de los de la generación silenciosa (años 30) era de 2.056 centímetros cuadrados, mientras que la de los de sus descendientes de los 70 era un 15 % mayor y llegaba a los 2.104.

En paralelo, los investigadores descubrieron que estructuras cerebrales como la materia blanca, la materia gris y el hipocampo (una región cerebral implicada en el aprendizaje y la memoria) también aumentaban de tamaño al comparar a ambos grupos demográficos.

¿Por qué?

El hallazgo suscita la que sin duda es la pregunta clave: ¿a qué se debe? Según los autores, este aumento de la reserva cerebral tiene nada menos que el potencial de reducir el riesgo general de demencias.

«Las estructuras cerebrales más grandes, como las observadas en nuestro estudio, pueden reflejar un mejor desarrollo y salud del cerebro. Una estructura cerebral más grande representa una mayor reserva cerebral y puede amortiguar los efectos tardíos de las enfermedades cerebrales relacionadas con la edad, como el alzhéimer y otras demencias afines», afirma Charles DeCarli, primer autor del estudio, que ha sido publicado en la revista JAMA Neurology.

En un contexto global marcado por el alza de personas con demencias vinculadas al envejecimiento –actualmente hay 50 millones de afectados en el mundo, según datos recabados por la Organización Mundial de la Salud, y se estima que la cifra llegue a los 150 millones para 2050–, la conclusión del estudio supone un rayo de esperanza.

Uno de los puntos fuertes del estudio es su diseño, que permite a los investigadores examinar las imágenes cerebrales de tres generaciones de participantes con fechas de nacimiento que abarcan casi 80 años. Por el contrario, una de sus mayores limitaciones estriba en el hecho de que los participantes blancos no hispanos constituyen una mayoría que no es representativa de la población estadounidense.

En los últimos años, algunos estudios han descubierto que el cociente intelectual de cada nueva generación es inferior en promedio al de su predecesora.