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Una persona fuma un cigarrilloAECC

Empaquetado genérico y playas libres de humo: algunas de las claves del nuevo plan antitabaco de Sanidad

Las medidas «no nacen del consenso médico y científico», por lo que no van a conseguir reducir de manera efectiva el número de fumadores

Si algo se sabe del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo (PIT) 2024-2027 es que el Ministerio de Sanidad, encabezado por Mónica García, ha hecho lo imposible para su aprobación. El órgano del Gobierno le ha dado luz verde este viernes en el Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) sin el consenso de gran parte de las comunidades autónomas, que en su gran mayoría han criticado el procedimiento empleado. Solo cinco, entre las que se encuentran Cataluña, Canarias y Navarra, han apostado por la iniciativa de la anestesista.

La última vez que España aprobó movilizar documentos para eliminar esta sustancia tóxica fue con la Ley 42/2010, de 30 de diciembre, que modificó la Ley 28/2005, de 26 de diciembre. Esta prohibió por primera vez el tabaco en espacios cerrados como discotecas, oficinas y bares.

Ahora García busca dar un paso más. Tal y como ha apuntado este viernes a los medios antes del Consejo Interterritorial, tenía planeado aprobar «sin miedo» su plan. Además, exigirá explicaciones a las comunidades que no les apoyen.

Fumar en lugares públicos y privados

La prohibición del tabaco en las terrazas y en algunos lugares privados es probablemente el punto más polémico del plan. Aunque se ha hablado mucho de la posibilidad de retirar el tabaco en coches o en hogares, aún no está claro si se hará realidad. Lo que sí se sabe es que el Ministerio de Sanidad apuesta por restringir el consumo de esta droga legal cuando haya menores y personas enfermas alrededor.

Esta norma llevaría de la mano otro de los objetivos claves para el departamento de García: disminuir la exposición del tabaco en «espacios públicos y privados». Sin embargo, deberían concretar más los espacios en los que se quiere ampliar la prohibición de fumar.

Empaquetado genérico

Con el objetivo de eliminar el atractivo de las cajetillas del tabaco calentado y el tradicional, el departamento de García quiere seguir la estela de países como Francia y Australia e implantar así el empaquetado neutro para cualquier producto tóxico. El objetivo de esto es que los consumidores, al no sentirse atraídos por los colores, eliminen poco a poco el hábito.

Al hilo, pretende equiparar el tratamiento de los dispositivos susceptibles de liberación de nicotina y los productos de tabaco calentado –incluyendo también a los dispositivos utilizados para su consumo– a los cigarrillos convencionales en materia de fiscalidad, espacios al aire libre, empaquetado neutro, campañas de sensibilidad, publicidad, promoción y patrocinio. Es decir, no habrá distinción.

Aumento del precio del tabaco

Asimismo, para evitar su consumo, Mónica García también se plantea, junto con Hacienda, aumentar el precio y equiparar al alza «la fiscalidad de todos los productos del tabaco», los relacionados que contengan nicotina y de los vapeadores.

Tampoco hay nada claro en este punto, ya que no se sabe de cuanto será la subida del precio. Según el Plan, la medida servirá para que España alcance la meta establecida por la OMS de una reducción relativa al 30 % en el consumo de tabaco para el año 2025. Para ello, reforzarán la prohibición de venta a menores, abordando también lo relativo a «los productos distribuidos a través de internet».

¿Servirá de algo el plan?

Los doctores Fernando Fernández Bueno, cirujano oncológico del Hospital Gómez Ulla de Madrid y portavoz de la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo, José María García Basterrechea, médico experto en adicciones y especialista universitario en Medicina Interna y Drogodependencias, y Miguel de la Guardia, catedrático de Química Analítica de la Universidad de Valencia, han asegurado que el plan de tabaquismo propuesto por Sanidad «no nace del consenso médico y científico», por lo que no va a conseguir reducir de manera efectiva «el número de fumadores».

También han afirmado que estas medidas solo se centran en proteger a la sociedad de los fumadores «sin aportar herramientas» a los que verdaderamente tienen el problema: los millones de fumadores que existen en nuestro país. En este sentido, han aclarado que medidas como las que sugiere el plan encaminadas a equiparar el cigarrillo de combustión con los nuevos productos como el cigarrillo electrónico o el tabaco calentado, son «un grave error» que va a perpetuar que en España se siga consumiendo esta droga legal.

Al hilo, han reconocido que aprobar el plan, tal y como está concebido actualmente, será «una oportunidad perdida» para avanzar en la lucha contra el tabaquismo.