I Congreso Internacional  Declaración de Casablanca sobre vientres de alquiler: «Debemos promover la familia como un regalo, no como una mercancía»

Acaba de celebrarse en Roma la primera jornada de la Conferencia Internacional auspiciada por la Declaración de Casablanca, que contó con la participación de excelentes ponentes en esta materia, contribuyendo desde sus diversas experiencias y especialidades. La Federación de Asociaciones Familiares Católicas en Europa (FAFCE) se enorgullece de ser parte de esta coalición comprometida con la abolición universal de la gestación subrogada, y de haber organizado este primer Congreso internacional.

Un día antes de que comenzase, el Papa Francisco recibió a representantes de FAFCE y de la Declaración de Casablanca. Hubo otra reunión, por separado, con el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano. Ambos reiteraron su pleno apoyo a la campaña para establecer la abolición universal de la gestación subrogada, protegiendo a mujeres y niños de la explotación.

El congreso comenzó con el impactante relato personal de la francesa Olivia Maurel. Nacida de gestación subrogada y madre de tres hijos, Olivia es una inspiradora activista contra los úteros de alquiler.

Otra figura relevante ha sido la académica uruguaya Sofia Maruri, quien denunció el mercado internacional de la gestación subrogada y el turismo sustentado a cuenta de países donde los vientres de alquiler son una práctica legal, describiendo cómo este mercado conduce a la explotación de mujeres y contradice la dignidad de la vida humana.

Otra voz importante en la conferencia fue la estadounidense Jennifer Lahl, directora y productora de documentales: The Lost Boys: Searching for Manhood (2024), Trans Mission: What is the Rush to Reassign Gender? (2021), Big Fertility: It’s all about the money (2018), Breeders: A subclass of women? (2014) y Eggsploitation (2010), entre otros. Lahl es miembro del consejo directivo del Centro de Bioética y Cultura de Estados Unidos, y cofundadora de Stop Surrogacy Now.

Durante la posterior conferencia de prensa, el presidente de FAFCE, Vincenzo Bassi, destacó, por una parte, el amplio consenso existente en Italia entre personas de diferentes ámbitos que defienden la dignidad humana y que la Declaración de Casablanca ha reunido en Roma en esta ocasión, y por otra, la necesidad de alcanzar todavía un mayor consenso a nivel internacional y de que se susciten debates en todo el mundo para rechazar la maternidad subrogada.

Efectivamente, Italia visibilizó su compromiso público en esta cuestión durante congreso. El congreso no solo contó con la asistencia de representantes italianos de todo el espectro político, sino que también ofreció una valiosa mesa redonda en la que participaron los diputados Zanella, Loizzo, Bonetti, Rossello, Varchi y la senadora Valente. La conversación fue moderada por Adriano Bordignon del Foro Delle Associazioni Familiari, miembro de FAFCE. Además, la ministra italiana de la Familia, Eugenia Roccella, también pronunció un fuerte discurso sobre la mercantilización del niño que trae consigo la gestación subrogada y cómo este mercado nos daña a todos.

Intervinieron otras voces destacadas de Europa y de África, como la de la periodista alemana Birgit Kelle, autora, entre otras obras, de Me compraré un hijo: el vergonzoso negocio de la gestación subrogada y la feminista sueca Kajsa Ekis Ekman sobre el «mito de la creación neoliberal» sobre la gestación subrogada. Este panel contó con la participación de la autora austríaca Eva Maria Bachinger, así como de Herveline Urcun, analista francesa, miembro Juristes pour l'Enfance y abogada internacional de derechos humanos. Las sesiones fueron conducidas por la abogada nigeriana Sonnie Ekwowusi, presidente del Comité de Derechos Humanos y Constitucionales de la Asociación de Abogados Africanos.

Finalmente, el último panel involucró a Diana Muñoz, profesora de Colombia, a Emma Ciccarelli, miembro del Foro Delle Associazioni Familiari, y a Jorge Cardona Llorens, ex asesor de la ONU, quien estableció el contexto del derecho internacional de la práctica de la gestación subrogada en el mundo, explorando los avances legales y retrocesos humanos en la materia.

Vincenzo Bassi, presidente de FAFCE, resumía así las jornadas: «Nadie está aquí porque esté guiado por una ideología. Todos somos de diferentes culturas, diferentes religiones, diferentes ideas políticas, pero estamos inspirados a venir aquí por la realidad. No debemos olvidar a nuestras comunidades que siempre han considerado a la familia como una responsabilidad alegre. Depende de nosotros encontrar una manera de convencer al mundo de la belleza de la familia. Debemos seguir encontrando puntos en común para promover la familia como un regalo, no como una mercancía».

La FAFCE representa actualmente a 32 asociaciones nacionales y locales, y es la voz de las familias desde una perspectiva católica a nivel europeo. FAFCE tiene un estatus participativo en el Consejo de Europa desde 2001 y es miembro de la Plataforma de Derechos Fundamentales de la Unión Europea.