Advierten del aumento de infartos en este grupo de población: «Está más expuesto a los efectos de los fármacos»
Las pacientes priorizan otras obligaciones domésticas y de cuidados antes de acudir a urgencias
El infarto de miocardio se está incrementando «gradualmente en las mujeres jóvenes y mayores de 65 años», ha asegurado el doctor Luis Castilla, coordinador del Grupo de Riesgo Vascular de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
En el marco de la XX Reunión de Riesgo Vascular de la SEMI, el facultativo ha explicado que la incidencia de infarto de miocardio sin obstrucción de arterias coronarias «está aumentando en mujeres menores de 60 años». Así, en el encuentro que ha tenido lugar en Málaga, ha apuntado que uno de los problemas más generalizados en salud pública es el incremento de las enfermedades cardiovasculares (ECV), pues constituyen «la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres en España».
Precisamente, tal y como se ha reiterado desde la Comisión de Mujeres y ECV de The Lancet, estas enfermedades siguen estando «poco estudiadas, poco reconocidas, infradiagnosticadas y poco tratadas».
Durante el encuentro, los profesionales han expuesto algunas de las diferencias biológicas entre hombres y mujeres. En este punto, han expuesto varios ejemplos. Entre ellos que las mujeres tienen «menor prevalencia de enfermedad coronaria aterosclerótica obstructiva» y padecen con mayor frecuencia enfermedad de un solo vaso, disfunción de la microvasculatura con alteraciones de la microcirculación, vasoespasmo coronario y disección de las arterias coronarias.
Además, el experto ha añadido que los estrógenos intervienen en la vasodilatación y mejoran «la función endotelial a través del óxido nítrico», pero la administración exógena de hormonas sexuales «no ha mostrado beneficios».
Las mujeres, a su vez, tienen más complicaciones después de una intervención coronaria invasiva o de cirugía de bypass coronario y padecen con mayor frecuencia «insuficiencia cardiaca (IC) diastólica con función sistólica normal», e «hipertrofia concéntrica ventricular con fracción de eyección mantenida», ha precisado.
También están más expuestas a efectos adversos de los fármacos. Entre ellos se encuentran la digoxina, betabloqueantes, inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina y diuréticos, con mayor riesgo de arritmia cardíaca. Por otro lado, los hombres presentan más «estenosis del tronco coronario y enfermedad de múltiples vasos, desarrollan con mayor frecuencia insuficiencia cardíaca con fracción de eyección reducida e hipertrofia excéntrica con ventrículo dilatado».
En qué grupo es más frecuente
Según ha explicado el doctor Castilla, gracias a los distintos estudios llevados a cabo, han podido ver y mostrar diferencias en la presentación sintomática de la cardiopatía isquémica, siendo más frecuentes en las mujeres una «sintomatología más inespecífica de tipo vagal (náuseas, mareos, molestias epigástricas)», diferente a la sintomatología del hombre, lo que hace que «a veces no identifique sus síntomas como cardiológicos o importantes, y retrase acudir a un servicio médico».
Asimismo, se ha percatado del tiempo que tarda una mujer en aducir al médico desde que comienza a presentar los primeros síntomas hasta que acude a consulta. En este sentido, ha argumentado que priorizan otras obligaciones domésticas y de cuidados antes de acudir a urgencias.
Además, en las mujeres se realizan menos estudios invasivos y suele haber menos diagnósticos, se realizan menos pruebas de imagen, menos angiografías y estas cursan con más complicaciones.
También existe más demora en la realización de pruebas diagnósticas desde la consulta. Del mismo modo, reciben menos trasplantes cardíacos y se les indica en mucha menor proporción rehabilitación cardíaca, entre otras diferencias.
Por último, el experto ha manifestado que a las mujeres se les realiza menos exploraciones diagnósticas en la fase aguda del ictus y son tratadas con menor frecuencia que los hombres con activador tisular del plasminógeno, antiagregantes y anticoagulantes.
Factores de riesgo cardiovascular
En cuanto a los factores de riesgo, desde la SEMI han detallado que las mujeres tienen un mayor riesgo que los hombres de infarto agudo de miocardio asociado cuando padecen hipertensión, hipercolesterolemia y diabetes.
Asimismo, también han señalado la obesidad como uno de los problemas principales, puesto que el exceso de riesgo cardiovascular producido es mayor «en las mujeres que en los hombres», así como el aumento de riesgo de enfermedad cardiovascular asociado con el tabaquismo, que supone un 25 por ciento mayor en mujeres que en hombres. Por otro lado, el comportamiento sedentario asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, a su vez, «es mayor en niñas y mujeres que en hombres»,
Además, tal y como se ha incidido a lo largo de la reunión, es muy importante destacar factores específicos como la menopausia prematura, diabetes gestacional, trastornos hipertensivos del embarazo, parto prematuro, síndrome de ovario poliquístico, enfermedades inflamatorias sistémicas y trastornos autoinmunes; así como factores de riesgo poco reconocidos, como el riesgo psicosocial, violencia contra la mujer en la pareja, privación socioeconómica, poca alfabetización en salud y factores de riesgo ambiental.