Joaquín, cumple un sueño al montar en globo a sus 84 años: «Siento que estoy al lado de la luna»
Joaquín Estruch ha podido vivir uno de los momentos más mágicos de su vida
Joaquín Estruch tenía 16 años cuando se estrenó la película La vuelta al mundo en 80 días protagonizada por el cómico actor, Mario Fortino, popularmente conocido como Cantinflas. Desde ese momento, Estruch soñaba con poder sobrevolar el mundo acunado por el ligero vaivén del viento en un globo.
Han pasado 68 años y toda una vida, aunque nunca es tarde. Por eso, Joaquín a sus 84 años y con muchas vivencias a su espalda, por fin, ha podido cumplir el sueño de su vida: montar en globo gracias a Civitatis y la asociación Adopta un Abuelo.
No todos los días se cumple un sueño y, a veces, nunca se llegan a cumplir. La rutina atrapa y siempre se piensa que habrá un futuro mejor para poder hacerlos realidad. Sin embargo, la fugacidad de la vida y el paso del tiempo van haciendo mella y, de repente, esos sueños quedan simplemente como esos anhelos o deseos diluidos en el tiempo. Joaquín ha tenido que esperar a cumplir sus 84 años, pero es uno de los afortunados que sí que ha podido hacer realidad el suyo.
El brillo se podía ver en sus ojos y la emoción sentir en su cara: «Estoy como un flan, no creía que nunca podría subir en un globo», ha confesado instantes antes de montarse en la cesta.
Una vez en el aire, con los primeros rayos de sol matutinos asomando detrás de la Catedral de Segovia, y a 400 metros de altura, Joaquín no perdía ni un detalle; miraba asombrado y sonriente el paisaje de Segovia. No se perdía ni un segundo, ni un detalle de ese idílico paisaje que se abría a sus pies. Poco a poco iba grabando todo ese momento mágico y especial en su retina para después contárselo a su nieto. Le hubiese gustado montarse con él, por eso lo primero que hará cuando le vea será: «animarle a montar en globo» para que también pueda vivir esta fantástica experiencia.
Estruch guiado por la emoción del momento se ha lanzado a gritar a los cuatro vientos desde la grandeza del aire: «Buenos días, estoy volando» y animado en ese entusiasmo ha afirmado con efusividad: «Esto es lo máximo, siento que estoy al lado de la luna».
Una experiencia espectacular, en parte, gracias al agradecido paisaje segoviano. Y, es que, el piloto del globo de Civitatis, Cristian Biosca, asegura que en Segovia «los vientos permiten hacer una visita turística de la ciudad, algo que solo ocurre en determinados lugares y que supone una gran ventaja».
«Voy a decir a todo el mundo que se vistan y vengan corriendo»
Después del aterrizaje Joaquín Estruch seguía en shock por haber podido cumplir este deseo: «Me gusta tener sueños, pero solamente he podido cumplir este».
Sin duda, esta ha sido una de las experiencias de su vida y, por eso, lo que pretende hacer es «decirle a todo el mundo que venga corriendo a montar en globo, porque esto es precioso, lo máximo».