La quimioterapia más la inmunoterapia antes de la cirugía aumenta la probabilidad de curar el cáncer de pulmón
Este tratamiento hace que el sistema inmune sea más efectivo en su función de reconocer las células tumorales y atacarlas para destruirlas
Hay múltiples tratamientos para la infinidad de tumores que existen. No todos funcional por igual, ya que los pacientes responden de una manera u otra a los fármacos. A pesar de ello, la inmunoterapia ha supuesto un nuevo cambio de paradigma en el manejo del cáncer de pulmón y tiene un enorme potencial en cuanto a sus posibles aplicaciones. El hito más reciente es su uso junto a la quimioterapia antes de la cirugía, algo que aumenta las posibilidades de curación de los pacientes.
Estos datos, que los ha ofrecido el Doctor Manuel Cobo, oncólogo y médico adjunto del Servicio de Oncología Médica del Hospital Regional Universitario de Málaga y del Comité Oncológico, en su ponencia El gran potencial de la inmunoterapia en el tratamiento del cáncer de pulmón, evalúan el potencial del tratamiento de inmunoterapia en este hospital.
Esta terapia no implica reforzar el sistema inmunológico de forma general, sino hacer que el sistema inmune reconozca las células tumorales como un agente extraño susceptible de ser atacado. «La inmunoterapia quita la barrera que impide al sistema inmune atacar a las células tumorales. Son anticuerpos monoclonales que ayudan en la función de reconocer las células tumorales y destruirlas», explica el doctor Cobo.
Así, según afirma el doctor Cobo y recoge la Sociedad Española de Cirugía Torácica (SECT), la inmunoterapia ha supuesto «una revolución impresionante del enfoque terapéutico en el tumor de pulmón», puesto que aporta una mejor respuesta antitumoral y aumenta la supervivencia libre de progresión de la enfermedad y supervivencia global de los pacientes. Asimismo, asegura que están empezando a ver «los beneficios que tendrá en otros momentos de la historia natural de la enfermedad».
Tal y como confirma el experto, tras su irrupción, la inmunoterapia ha conllevado «un cambio total de paradigma en la neoplasia maligna de pulmón no microcítico», como tratamiento de segunda línea, tras el fracaso de la primera línea del tratamiento con platino, un tipo de quimioterapia, tras el cual el tumor volvía a progresar.
Tratamientos que alargan vidas
En estos casos, adelanta el oncólogo «la inmunoterapia ha supuesto un boom» y se ha visto cómo algunos tumores empezaban a responder con «una supervivencia a largo plazo en entre un 10 y un 12 % de los pacientes con cáncer pulmonar metastásico», cuando antes de la inmunoterapia «era raro que superaran los dos años» informa.
En este sentido, las indicaciones y potenciales usos de la inmunoterapia están aumentando. Así, la inmunoterapia se administra sola (monoterapia) y como tratamiento de primera línea en los tumores de pulmón no microcítico metastásico cuando la sobreexpresión del biomarcadorPD-L1es de más del 50 %en las células tumorales.
Por el contrario, cuando la presencia de este biomarcador es inferior al 50 %, el tratamiento estándar es la QT+inmunoterapia. Gracias a estos tratamientos, la tasa de supervivencia de los pacientes ha aumentado. Estos, informa, se realizan con varios agentes de inmunoterapia aprobados, como pembrolizumab, cemiplimab, ipilumumab, y atezolizumab.
Un ejemplo es su uso como estándar de tratamiento en el estadio III; es decir, cuando la enfermedad aún no está avanzada ni es metastásica, pero no es operable. En estos casos, hasta ahora el tratamiento estándar había sido la QT+radioterapia. Sin embargo, ahora ha surgido un nuevo tratamiento estándar: quimioterapia-radioterapia (QT+RT) y, al finalizar, inmunoterapia –como durvalumab– durante un año como tratamiento de mantenimiento.
Asimismo, el doctor Cobo asevera que queda claro que con la inmunoterapia «la probabilidad de que haya más pacientes de cáncer de pulmón largos supervivientes aumenta» y que, incluso, en los casos de neoplasias malignas de pulmón metastásico «el tumor puede llegar a desaparecer».
Esto sucede porque la adición de inmunoterapia a la quimioterapia aumenta las posibilidades de que existan más pacientes supervivientes a largo plazo. Es decir, de que puedan operarse, recibir un tratamiento completo y, por tanto, curarse, "cuando antes recaían a los dos años”, destaca el facultativo.
Estrategias en investigación
Actualmente, hay varias estrategias en investigación que exploran el enorme potencial de la inmunoterapia. En primer lugar, tratan de aumentar las tasas de supervivencia empleando o adicionando nuevos fármacos dentro del espectro inmunológico y no inmunológico.
En segundo lugar, buscan aumentar la tasa de curación o respuesta adicionando nuevos fármacos de esta terapia en desarrollo, de los que hay centenares en investigación. Como último punto, quieren desarrollar fármacos contra otros puntos de control del tumor destinados a activar otros linfocitos, como las células Natural Killers, para aumentar la capacidad de visualización del sistema inmune y que este tenga un efecto contra el tumor.
Así, el doctor Cobo recalca que de los fármacos del espectro inmunoterápico solamente los inhibidores del biomarcador PD-L1 aumentan «las tasas de supervivencia y curación a largo plazo en cualquier estadio del cáncer de pulmón no microcítico». Por eso «el futuro pasa por mejorar la tasa de curación desarrollando nuevos fármacos del espectro inmunológico y no inmunológico», concluye el oncólogo.