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Polonia avanza contra la vida al restringir la cláusula de conciencia sobre el aborto

Según la ley de 1996, los médicos del país tienen el derecho de invocar esa cláusula y negarse a realizar un procedimiento médico por motivos religiosos o morales

Una nueva resolución enmendada sobre el uso de cláusulas de conciencia en el aborto ha entrado en vigor en Polonia, imponiendo la obligación a los hospitales de contar con un médico disponible capaz de realizar abortos en determinadas circunstancias, según informa Euractiv. Este cambio es significativo en un país conocido por tener una de las leyes de aborto más restrictivas de Europa.

Con la nueva normativa, los hospitales deben asegurarse de que al menos uno de sus médicos pueda y esté dispuesto a realizar abortos en los casos permitidos por la ley, tales como cuando la vida o la salud de la madre esté en peligro o cuando el embarazo sea resultado de una violación. Esta medida busca abordar los supuestos problemas derivados del abuso de la cláusula de conciencia por parte de algunos médicos.

La justificación de la enmienda señala que «debido al abuso de la llamada cláusula de conciencia por parte de algunos médicos, las mujeres a menudo no pueden ejercer su derecho a una interrupción legal del embarazo». Esta situación ha llevado a la imposición de sanciones para los hospitales que no cumplan con la normativa, incluida la posible rescisión de su contrato con el Fondo Nacional de Salud (NFZ), lo que resultaría en una reducción en el reembolso estatal por procedimientos y tratamientos médicos.

Según la ley de 1996, los médicos en Polonia tienen el derecho de invocar una cláusula de conciencia y negarse a realizar un procedimiento médico por motivos religiosos o morales, a menos que la negativa pueda deteriorar la salud del paciente. La nueva enmienda enfatiza que «la cláusula de conciencia nunca puede aplicarse en una situación en la que la vida de una mujer embarazada esté en riesgo, independientemente del avance del embarazo».

La ley polaca sobre el aborto ha sido históricamente estricta. Bajo el «compromiso sobre el aborto» de 1993, que estuvo vigente hasta 2020, la interrupción del embarazo solo estaba permitida en tres casos: violación, amenaza a la vida de la madre y daño al feto. Sin embargo, en 2020, un fallo del Tribunal Constitucional anuló la excepción de daño al feto, lo que provocó una ola de protestas en todo el país.

Un año después del fallo del Tribunal, el Parlamento Europeo, en una resolución titulada «El primer aniversario de la prohibición de facto del aborto en Polonia», instó al gobierno de Varsovia a levantar la prohibición, argumentando que ponía en riesgo la vida de las mujeres. La resolución se produjo tras la muerte de una mujer polaca embarazada, que según su familia, falleció de shock séptico después de que los médicos esperaran a que el corazón de su bebé por nacer dejara de latir.

En diciembre de 2023, una amplia coalición encabezada por el primer ministro Donald Tusk reemplazó al PiS en el poder y se comprometió a liberalizar la ley. Sin embargo, debido a desacuerdos dentro de la coalición sobre el alcance de esta liberalización, se presentaron tres proyectos de ley diferentes en el parlamento. La Coalición Cívica de Tusk y la Izquierda insisten en permitir el aborto hasta la duodécima semana de embarazo, mientras que la Alianza de la Tercera Vía propone regresar a la ley de 1993.