La ministra de Sanidad, Mónica García, durante la sesión de control al Gobierno del pleno del Senado
Mónica García criticaba el cierre de camas contra Ayuso, medida que ahora defiende como ministra
Tras el anuncio de que el Vall d'Hebron de Barcelona va a cerrar toda su actividad este verano, García ha justificado una medida que reprobaba cuando era la líder de la oposición en la Comunidad de Madrid
Las incongruencias son habituales a lo largo de la carrera de un político. Lo hemos visto en repetidas ocasiones, como con los indultos o la amnistía. Pero hay muchos más casos que continuamos observando cada día. El último lo ha protagonizado Mónica García, ministra de Sanidad y antigua jefa de la oposición en la Comunidad de Madrid.
Cuando ejercía aún su anterior cargo intentaba –sin mucho éxito viendo los resultados electorales en la región– ser el azote de Isabel Díaz Ayuso, y la baza sanitaria era su preferida debido a su condición de médico y abanderada de la sanidad pública.
Por ello, en 2020 criticaba a Ayuso por cerrar camas hospitalarias durante el verano mientras construía el hospital Isabel Zendal, que sirvió para acoger a miles de personas enfermas de covid-19.
«¿Saben lo que vamos a hacer este verano? Cerrar camas. Mientras la señora Ayuso está metiendo excavadoras en Valdebebas, nosotros este verano en nuestra comunidad vamos a cerrar camas en los hospitales públicos y además vamos a cerrar centros de salud, muchos de ellos en la sierra donde la población se va a cuatriplicar», afeaba García a Ayuso.
Cuatro años después, ella es ministra de Sanidad del Gobierno de España. Tras la noticia de que el hospital Vall d'Hebron de Barcelona va a cerrar toda la actividad no esencial durante tres meses porque es verano, García no ha dudado en contradecirse y defender esta medida.
«Todos los veranos se cierran camas, esto no es ninguna novedad. Todas las comunidades autónomas cierran camas, cierran quirófanos y cierran lugares porque los profesionales tienen derecho a disfrutar de sus vacaciones», ha justificado la exlíder de Más Madrid.
No sabemos si este cambio de opinión se debe a que ha tenido una epifanía y se ha dado cuenta de que se trata de una situación inevitable o, por el contrario, quiere evitar criticar la medida porque, en este caso, ha sido tomada por el gobierno catalán, pilotado en estos momentos en funciones por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), partido independentista y de izquierdas que claramente casa ideológicamente con el de García.