Nace Bark Air, una aerolínea para perros: a dónde vuela y cuánto cuesta cada billete

El culto a las mascotas, en paralelo al deseo de los dueños de poder llevarlas a muchas de sus actividades de ocio, ha abierto en los últimos años un creciente nicho de negocios pet-friendly (o aptos para mascotas). Restaurantes y cafeterías, hoteles y hasta oficinas son solo algunos de los espacios que ya permiten la entrada de animales de compañía, cuando no se trata directamente de lugares enfocados únicamente a la estancia de perros o gatos.

En este sentido, uno de los principales medios en los que los dueños más padecen las trabas o dificultades para llevar a sus mascotas son los aviones. Además de las restricciones de peso que las aerolíneas imponen para que los animales vayan en cabina o en bodega, y siempre dentro de un transportín, el estrés que sufren durante el viaje hace que los dueños descarten a menudo llevarlos consigo en sus desplazamientos.

Con esta premisa, el pasado abril se creó una aerolínea para perros: Bark Air. La idea procede de Bark, una compañía estadounidense de accesorios y alimentación para mascotas, y se define como «la primera experiencia de viaje aéreo del mundo diseñada específicamente para perros en primer lugar, y para sus compañeros humanos en segundo lugar, que les permite viajar juntos de forma cómoda y práctica». Esto último, no obstante, no es del todo así, ya que ya existe otra aerolínea, K9, que ofrece un servicio similar.

Por el momento, la aerolínea opera desde cuatro ciudades: Londres, París, Los Ángeles y Nueva York. Cada billete vale la friolera de entre 6.000 y 8.000 dólares, y la frecuencia varía en función de la ruta. Los aviones de la aerolínea son jets Gulfstream GV que Bark «nunca reserva a su máxima capacidad para garantizar que usted y su perro tengan suficiente espacio para relajarse cómodamente», según señalan en su página web.

A bordo, el aparato está equipado con calmantes, toallas refrescantes y música para «ayudar a que cada perro se sienta tranquilo». Pero no solo eso: con el fin de evitar molestias en los oídos durante el ascenso y descenso por el cambio de presión de la cabina, también se les sirve una bebida de su elección, como agua o caldo de huesos. Además de esto, las provisiones a bordo incluyen comestibles, refrigerios y otros productos de la marca Bark.

Para que puedan viajar, es necesario que los perros tengan la cartilla de vacunación en regla y el microchip implantado. Cada pasaje admite un perro y un humano (mayor, eso sí, de 18 años) que debe tener el pasaporte en vigor. Tras reservar la plaza, la aerolínea se pone en contacto con el usuario para recabar información sobre la raza, el tamaño, alergias y preferencias de socialización del can.

El avión tiene capacidad para 15 perros y sus respectivos acompañantes humanos, pero, para garantizar la comodidad de los perros, la compañía limita las plazas a 10.

Respecto al alto precio de los billetes, Bark Air asegura que la intención es que se abaraten conforme el servicio y la demanda crezca.