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Sanidad financia un nuevo tratamiento sin quimioterapia para pacientes con un tipo de linfoma muy común

La aprobación se ha apoyado en los resultados positivos de un estudio en el que han participado cuatro hospitales españoles

Los medicamentos siguen siendo una tarea pendiente en España. A pesar de ello, el Ministerio de Sanidad ha anunciado este jueves la financiación de un nuevo tratamiento libre de quimioterapia para pacientes con linfoma folicular, el segundo más común de los linfomas no Hodgkin, que ya hayan sido tratados con otras dos terapias previas.

Este fármaco, llamado Mosunetuzumab, es el primer y único anticuerpo biespecífico sufragado por el Sistema Nacional de Salud para los pacientes con este cáncer sanguíneo incurable.

Si algo tiene de peculiar, han destacado en su presentación Juan Manuel Sancho, jefe del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Trias i Pujol, y María Luz Amador, directora médica de Roche Farma España. es que se administra en el hospital de manera ambulatoria sin necesidad de ingreso.

Las recaídas son frecuentes en este tipo de pacientes, cuya edad promedio es de 60 años, que además ven como su respuesta y la duración de la misma empeoran con cada nueva terapia, a lo que se suma la toxicidad que acumulan con cada una.

El nuevo fármaco se erige así como una nueva alternativa para los que hayan recaído al menos dos veces, que son la mayoría. De hecho, cada año se diagnostican en España alrededor de 2.000 nuevos casos de linfoma folicular, el segundo más frecuente de los no Hodgkin tras el linfoma B difuso de células grandes y el más común de los indolentes (de crecimiento lento).

Una de sus grandes ventajas es que no está asociado al uso de quimioterapia, que es lo que se emplea en los dos tratamientos previos, con lo que su perfil de toxicidad es mucho menor, ha resaltado el hematólogo.

Su mecanismo de acción es «muy ingenioso». Lo que hace este biespecífico es redirigir los linfocitos T hacia las células tumorales para destruirlas, sin perjudicar a las sanas.

En abril empezaron a ser tratados los primeros pacientes fuera de ensayo clínico en hospitales españoles con esta terapia que es de duración finita, lo que permite reducir las visitas al hospital; la pauta de administración es una dosis cada 21 días durante siete ciclos, ampliable hasta 17 para aquellos que responden más lentamente.

Además, permite volver a ser administrado en caso de una nueva recaída, con un porcentaje de respuesta «muy elevado».

Frente a las CAR-T, que también están indicadas para esta enfermedad, pero que exigen un proceso de elaboración prolongado de entre 4 y 5 semanas y, por tanto, un retraso considerable en la administración del tratamiento, mosunetuzumab se ofrece de manera inmediata.

La aprobación por parte de Sanidad se ha apoyado en los resultados positivos de un estudio en el que han participado cuatro hospitales españoles (Vall d'Hebron de Barcelona, Clínica Universidad de Navarra, La Paz de Madrid y el Clínico de Salamanca), que arrojó altas tasas de respuesta (de hasta un 80 %) y un perfil de seguridad favorable.

Roche está probando ahora si el fármaco puede administrarse en líneas más precoces, incluso como la primera opción, lo cual sería «realmente un hito» porque supondría desterrar la quimio del tratamiento de este linfoma.

«Poder decir a un paciente que no va a recibir quimio es un sueño para él y para cualquier oncólogo», ha concluido Amador.