Una imagen de la isla de Santorini
Un concejal de Santorini recomienda a los ciudadanos quedarse en casa ante la llegada de 17.000 turistas
El político, que después borró el mensaje, critica la turistificación de la isla griega, que recibe cada año más de 5,5 millones de turistas
La turistificación es un grave problema al que se enfrentan muchas ciudades y pueblos turísticos del mundo. Miles de turistas que llegan de golpe a una localidad que, en muchos casos, no está preparada para atender a semejante horda de personas.
Es lo que ocurre, por ejemplo, en la isla de Santorini, donde sus pueblos más turísticos –Fira, Oia e Imerovigli– reciben cada día miles de visitantes que proceden de los cruceros, pero también que acuden a la isla del Egeo a pasar unos días de sus vacaciones y disfrutar de sus atardeceres y sus playas.
Por este motivo, los ciudadanos de la isla han comenzado a cansarse de la situación. Uno de sus concejales, Panos Kavalaris, publicó en su perfil de Facebook un polémico mensaje: «Emergencia. ¡Otro día difícil para nuestra ciudad y la isla con la llegada de 17.000 visitantes de cruceros! ¡Pedimos vuestra atención y la reducción de nuestros desplazamientos lo máximo posible!».
En el post recomendaba a los habitantes de Santorini confinarse ante la llegada de miles de turistas, pero tras las críticas tuvo que verse forzado a eliminarlo. Lo cierto es que después de la pandemia del coronavirus las visitas a la isla se han disparado, recibiendo cada año más de 5,5 millones de turistas y más de 800 cruceros.
Ante esta situación, el pasado junio el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, anunció que a partir del próximo año se limitarán las llegadas de cruceros a Santorini y Mykonos, las dos islas griegas más afectadas por el turismo masivo. Además, el alcalde de Santorini, Nikos Zorzos, ha denunciado la sobreconstrucción en la isla, con un 20 % de su superficie cubierta por edificios, superando la densidad de la región del Ática, que alberga al 50 % de la población del país. Zorzos ha solicitado la suspensión inmediata de nuevas licencias para hoteles e inmuebles de corta estancia y la detención de construcciones fuera de la zona urbana.
Saturación en las calles
Los problemas para transitar y para hacerse fotos en los lugares más icónicos de la isla –sobre todo en Oia, donde se pueden fotografiar las míticas cúpulas azules– son evidentes, en especial en los meses de julio y agosto.
Un turista español –Manu Regato, influencer que cuenta con 415.000 seguidores en Instagram– lo explicaba así en su cuenta de TikTok, donde destacaba que Santorini es «una mentira». «No puede haber más gente, en los restaurantes tienes que hacer un depósito de 100 pavos para poder quedarte», señala. Igualmente, muestra las colas que hay para poder sacarse una foto con las cúpulas azules de fondo, a la vez que destaca que hace más calor «que camello con fiebre».