Los europeos siguen siendo los mayores consumidores de alcohol en el mundo, según la OMS
Estas enfermedades son responsables del 90 % del total de muertes en la región y del 85 % de los años vividos con discapacidad
Los europeos, con un consumo anual promedio de 9,2 litros de alcohol puro por habitante, son los mayores bebedores del mundo, según un comunicado difundido el jueves por la división Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La región europea sigue ostentando «el récord poco envidiable» de los niveles más altos de consumo de alcohol y los daños relacionados con él en el mundo, declaró el doctor Gauden Galea, un responsable de la OMS Europa citado en el comunicado, basándose en los últimos datos disponibles, de 2019.
Asimismo, la OMS lamenta que los países de la Unión Europea, no ha habido cambios significativos en «los niveles de consumo de alcohol en más de diez años». Además, según el último informe de la OMS publicado en junio sobre el consumo mundial de alcohol, con un promedio de 7,5 litros cada año, afirma que los americanos ocupan la segunda posición.
Por sexo, los hombres poseen el consumo de alcohol más alto en Europa: 14,9 litros al año en promedio. Es decir, cuatro veces más que las mujeres (cuatro litros al año).
Uno de cada diez adultos (11%) en Europa sufre de un trastorno relacionado con el consumo de alcohol y casi uno de cada veinte vive con una dependencia al alcohol (5,9%), subraya la OMS Europa, que agrupa a 53 países de Europa y Asia Central. Así, asevera que en Europa el alcohol es una causa principal de mortalidad, con «alrededor de 800.000 muertes cada año», señala la OMS.
Provoca numerosas enfermedades no transmisibles, tales como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas.
Estas enfermedades son responsables «del 90 % del total de muertes en la región (delimitada por la OMS) y del 85 % de los años vividos con discapacidad», según la OMS.
La organización insta a los países europeos a aumentar los impuestos sobre las bebidas alcohólicas, a implementar restricciones globales sobre la comercialización del alcohol y a reducir la disponibilidad del alcohol.