El número de abortos químicos se triplicó en dos años en EE.UU. con la anuencia de Biden
La Administración del presidente relajó el acceso a las píldoras abortivas en 2022 tras la derogación de la sentencia Roe v. Wade por el Tribunal Supremo
El relajamiento del acceso a las píldoras abortivas decretada por la Administración de Joe Biden en 2022 supuso un aumento de los intentos de aborto no supervisados que se reflejó a lo largo del año siguiente, según un estudio publicado por la Asociación Médica Americana (AME) en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).
Así, este porcentaje se incrementó stricto sensu del 2,4 % en 2021 al 3,4 % en 2023. La AME, no obstante, señala que se trata de una estimación conservadora, ya que las cifras de abortos no suelen recoger todos los que realmente se realizan. De hecho, al ajustar la cifra de 2023 a ese subregistro, el porcentaje de mujeres sometidas a un aborto químico autogestionado aumentó al 7,1 %.
El repunte se atribuye a la relajación de los requisitos para acceder a las píldoras abortivas, que ahora pueden obtenerse legalmente sin necesidad de acudir al médico, y que fue una medida adoptada por la Administración Biden como respuesta a la derogación de la sentencia Roe v. Wade por el Tribunal Supremo en 2022.
Según recoge el portal religioso National Catholic Register, los abortos químicos representan el 63 % de todos los que se producen en territorio estadounidense, y mientras que en 2021 equivalían a su vez al 18 % de los abortos no supervisados, en 2023 este porcentaje se incrementó al 24,1 %.
Tras las revisiones de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, la agencia sanitaria estadounidense), las píldoras abortivas se pueden obtener ahora en farmacias minoristas. Y a pesar de que están muy restringidas en 14 estados, las leyes provida aprobadas por sus respectivos gobiernos estatales no han evitado tampoco que se envíen píldoras por correo postal desde otros estados donde sí son legales.
Métodos ineficaces
Según el estudio, las mujeres utilizaron una amplia gama de otros métodos para intentar un aborto autogestionado, como la anticoncepción de emergencia (29,7 %) y las hierbas (25,9 %). Por otra parte, el 21,6 % de las mujeres que participaron en el estudio intentaron abortar golpeándose en el estómago, mientras que el 18,6 % declararon haber consumido alcohol u otras sustancias controladas. Varios de estos métodos tienen «potencial de daño» y «ofrecen una eficacia baja o nula para interrumpir un embarazo».
«Debemos evaluar con escepticismo esta propaganda descarada de los defensores del aborto promovida por revistas médicas cada vez más sesgadas. Durante años, los defensores del aborto han tratado de desmedicalizar el aborto inducido. Aunque antes insistían en que el aborto debería ser 'entre una mujer y su médico', cada vez hay menos médicos involucrados en la prestación del aborto, y por ello se deja a las mujeres sufrir solas... Así, se está promoviendo el aborto 'autogestionado' a las mujeres, independientemente de los mayores riesgos que conlleva, en la búsqueda de objetivos ideológicos», dijo la doctora Ingrid Skop, ginecóloga y obstetra residente en Texas, a Catholic News Agency (CNA).
Por su parte, la presidenta de Susan B. Anthony Pro-Life America, Marjorie Dannenfelser, comentó a CNA que «el alarmismo proaborto ha alcanzado nuevos mínimos, ya que los demócratas van a por todas con el aborto para salvarles en las próximas elecciones», y que «renombrar los abortos por correo como 'aborto autogestionado' deja al descubierto la mentira de la vieja postura de los demócratas de que es 'seguro, legal e infrecuente'».