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La Dra. María VelascoConSalud.es/Ángel Ruiz

Entrevista sobre la emergencia por la viruela símica

María Velasco, infectóloga: «No hay que alarmarse por el mpox... pero sí estar alerta»

La portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica atiende a El Debate tras la declaración de emergencia sanitaria internacional por parte de la OMS

La doctora María Velasco, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y presidenta del grupo de Patología Importada GEPI de la misma organización, ha atendido este viernes las preguntas de El Debate a raíz de la declaración de emergencia sanitaria internacional por la enfermedad mpox (anteriormente conocida como viruela del mono) por parte de la Organización Mundial de la Salud.

–¿Qué es lo más importante a tener en cuenta sobre esta declaración?

–La llamada de atención, tanto a los ciudadanos de a pie como a los gobiernos de los países, para que se apliquen todas las medidas posibles a efectos de contener la epidemia, que se ha declarado fundamentalmente en África, de un nuevo clado de mpox que circulaba en estos países.

–¿En qué situación se encuentra la enfermedad ahora mismo?

–Esta epidemia empieza en 2022 por otro clado que no ha desaparecido en ningún momento. De hecho, si hablamos de nuestro país, se han seguido comunicando casos, aunque hayan sido pocos. Lo que ha sucedido ahora es que en una zona en la que antes circulaba este clado 1, que es Congo, ha habido una enorme diseminación del virus, y ya no es solo por contacto directo y cercano, en familias y niños, que era la forma de transmisión más conocida anteriormente, sino que también parece que también se está transmitiendo por vía sexual, que es la última mutación que hizo en el 2022 y es lo que aumentó su transmisibilidad. No solamente en Congo ha tenido una replicación muy grande, sino que se ha expandido también en los países de alrededor: Kenia, Burundi… y no solamente fronterizos entre sí: según la última comunicación, eran 11 o 12 países los que estaban informando de afectación por este nuevo brote.

Lo normal con la globalización es que si aquí estábamos viendo viruela símica del clado 2 puede que algunos de los casos que se hayan visto sean también del 1. De hecho, Suecia ha comunicado un caso, posiblemente porque el sistema de vigilancia que tienen es muy potente y se hacen identificaciones del virus a nivel molecular. Es decir, no solamente saber que este es el virus de la viruela del mono, sino qué tipo exactamente, con nombres y apellidos, es el que lo está produciendo. Y la alerta de la OMS también viene a incidir en que a los países que tienen menos recursos se les dote para que puedan tener sistemas de vigilancia y de detección microbiológica que sean suficientes para poder diagnosticar la enfermedad, separar los que la tienen de los que pueden tener otra para hacer el tratamiento correcto, y, por último, tomar las medidas de prevención, así como que se haga un aprovisionamiento de vacunas suficiente para enfrentar este nuevo brote.

Si hay una brecha de conocimiento es en el tratamiento y en ver cómo se comporta el clado en zonas no endémicas

–¿Para quién está indicada la vacunación?

–Para todo aquel que tiene factores de riesgos. Ya teníamos indicación de vacunación aquí en España para personas que tenían más riesgo de adquirir la infección, pues se ha documentado que tiene transmisión vía sexual y que las personas que son más promiscuas o tienen más sexo tienen también más riesgo. Estos colectivos son los que se prioriza a la hora de indicar la vacunación. También pacientes con alguna inmunosupresión, es decir, con defensas bajas y riesgo, como pueden ser por ejemplo las personas con VIH. Y por otro lado, para los colectivos que tienen que atender en primera línea, que son potenciales pacientes y no están vacunados, también estaría indicada la protección. No es una vacunación masiva a toda la población, sino según el riesgo. Igualmente, en los países donde han surgido los brotes, en las familias o los contactos estrechos de las personas que tienen la enfermedad también está indicado que se vacunen.

–¿En qué se diferencia esta respecto a otras variantes anteriores? ¿Debemos preocuparnos?

–Las diferencias a nivel vírico son moleculares, pero yo creo que es más interesante saber la repercusión que tiene la enfermedad por un virus o por otro. En realidad, los síntomas son muy parecidos; no somos capaces de distinguir si es un clado u otro por la representación clínica del paciente, es decir, por la erupción cutánea que tienen o por el resto de síntomas. Lo que sí ha preocupado más es que los datos que hay sobre el comportamiento de cada uno de estos virus o clados en África es distinto, y está comunicado que el clado 2 que se veía más en África occidental tiene una mortalidad más baja (del 3, 4, 5 %), mientras que del clado 1 están comunicadas mortalidades de más del 21 %.

¿Nos tenemos que alarmar? Hay que poner los datos en contexto: estamos ante un virus importado, o sea, que gran parte de la información que se ha obtenido del virus y de la enfermedad que produce se ha generado en países con recursos diferentes y con sistemas de detección distintos. No es lo mismo atender un paciente con viruela símica en Congo que en España, y el sistema sanitario es diferente. No sabemos si esa mortalidad se mantendría con un sistema sanitario más potente. Por tanto, no hay que alarmar, pero sí que todos los profesionales que tienen relación con personas que pueden desarrollar la enfermedad han de estar alerta, primero para diagnosticarla y segundo para tomar las medidas adecuadas.

No sabemos si esa mortalidad registrada se mantendría con un sistema sanitario más potente

–¿Qué incógnitas hay aún por delante sobre su evolución e incidencia?

–Suponemos que puede ser una evolución similar. Tenemos la información que nos viene de los países donde están viendo o han visto más la enfermedad. Es posible que las manifestaciones sean iguales y no vayamos a ver grandes diferencias sobre la mortalidad, pero respecto al pronóstico habrá que ver cómo se comportan los casos que tengamos aquí, en España. Lo que nos falta es tener disponible un antiviral para los casos graves, o que los inmunodeprimidos que vayan a necesitar tratamiento tengan uno eficaz. Si hay una brecha de conocimiento es en el tratamiento y en ver cómo se comporta el clado en zonas no endémicas.

–Aparte de la vacunación, ¿qué otras medidas son necesarias para su control?

–Evitar el contacto en los profesionales sanitarios y en la población general, evitar exponerte o exponer a otros –bien por contacto estrecho o bien a través de relaciones sexuales– si una persona es diagnosticada, y que las personas que tienen más riesgo tomen precauciones al tener relaciones sexuales.