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Andy Beshear, gobernador demócrata de KentuckyTwitter

El Gobierno de Kentucky prohíbe la terapia de conversión en los menores de edad

Esta decisión protege a todos los jóvenes de «una práctica inhumana que perjudica a los habitantes del territorio»

El Gobierno de Kentucky ha anunciado que a partir de este miércoles estará prohibido realizar terapias de conversión en niños menores de edad. El demócrata Andy Beshear, su gobernador, ha apuntado esto debería haberse aplicado hace «mucho tiempo», ya que es una práctica «sumamente desacreditada» que lo único que busca es cambiar la orientación sexual de los más pequeños mediante terapias no recomendadas.

Según ha informado AP, el líder del estado ha llevado a cabo la medida mediante orden ejecutiva, utilizando «sus poderes ejecutivos» después de que fracasasen durante la legislatura estatal controlada por los republicanos, todos sus intentos para promulgar la ley.

Durante la ceremonia, en la que se ha notificado la decisión, Bashear ha comunicado que su fe le enseña que «todos los niños son niños de Dios». Y es que, apostilló, cuando «las prácticas están poniendo en peligro e incluso afectando a esos niños, debemos actuar. La práctica de la llamada terapia de conversión lastima a nuestros niños».

Así, tal y como ha recogido la agencia, durante la promulgación de la norma, un republicano ha comenzado a denunciar la situación asegurando que es «una negación de la terapia de afirmación». Los defensores de salud mental y de los derechos de la comunidad LGBTQ+ han sofocado la protesta con aplausos.

Tras el encuentro, el gobernador de Kentucky ha publicado en sus redes sociales que esto se ha hecho para proteger a todos los jóvenes del estado de «una práctica inhumana que perjudica a los habitantes del territorio».

Tras eta noticia, la Family Foundation, un grupo socialmente conservador con sede en Kentucky, rápidamente ha criticado la acción de Beshear denunciando que pisotea «los derechos de los padres de familia y elimina la expresión religiosa». Sin embargo, el gobernador, anticipado a los ataques, ha asegurado que su acción no «impone una ideología sobre nadie».