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Imagen de un carrito de la compra con productosEP

Avances

Así serán los sustitutos de los carritos de supermercado tradicionales

Uno de los factores que más molesta a la hora de usar un carro es la necesidad de necesitar una moneda para su uso

Las nuevas tecnologías están transformando todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, y los supermercados no son la excepción. De hecho, varios sectores han decidido adaptarse a las nuevas tendencias y digitalizar lo máximo posible sus servicios. Ahora, la próxima acción que afectará a la sociedad en su totalidad se centrará en los carritos de supermercado tradicionales.

En este sentido, el hecho de seguir desencajando los carritos de la compra con una moneda se ha vuelto completamente obsoleto. Por ello, este tradicional sistema antirrobo, que obliga a los clientes a introducir una moneda de 50 céntimos o de 1 euro, será sustituido en España por modelos más inteligentes.

Desaparecerán a partir de 2025, aunque ya era poco habitual encontrarlos en algunos supermercados. A partir del próximo año, estos carritos funcionarán mediante tecnología NFC (Near Field Communication) y códigos QR, lo que permitirá utilizarlos a través del teléfono móvil. En estos casos, el usuario solo tendrá que acercar su móvil a un lector NFC o escanear el código.

Otras características

Para evitar el robo, los usuarios del supermercado deberán registrarse y bloquear una pequeña fianza en su cuenta bancaria, que se les devolverá una vez que hayan retornado el carrito a su lugar. Asimismo, el soporte de estos nuevos carritos será capaz de analizar y contabilizar el precio final de todos los productos que se coloquen en su interior.

Como es evidente, las desventajas de este producto afectan directamente a los trabajadores de los supermercados, que verán cómo, poco a poco, el puesto de cajero pierde importancia. Es cierto que muchas personas optarán por recurrir a un empleado, ya que este carrito solo acepta pagos con tarjeta, por lo que el efectivo, cada vez menos utilizado, deberá abonarse en caja.

Finalmente, el uso de este tipo de tecnología también ayuda a las empresas a recopilar datos de los clientes, como los hábitos de compra, lo que permite ofrecer ofertas más personalizadas. Sin embargo, en relación con esto último, según el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), los usuarios pueden optar por no autorizar la recogida de sus datos.