Las nuevas obligaciones de la ley de bienestar animal: incluye un microchip para perros y gatos
Generalmente, se implanta junto con la vacunación contra la rabia, y se complementará con la creación de un pasaporte para tu mascota
La nueva ley de bienestar animal, que fue publicada en en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en marzo, entró en vigor el pasado 29 de septiembre. De hecho, esta novedosa norma, cuyo principal objetivo es mejorar la protección de los derechos y el bienestar de los animales, trae consigo varias novedades que deberán tener muy en cuenta los dueños de mascotas.
Concretamente, esta ley marca un avance significativo en la protección de los derechos de los animales en España y refleja un cambio en la percepción social sobre la tenencia de mascotas y el compromiso hacia su bienestar. Por ello, todos los propietarios deberán informarse adecuadamente para cumplir con las nuevas regulaciones y contribuir a una sociedad más respetuosa.
Asimismo, a pesar de que algunas de las medidas han generado mucha polémica, se establece un endurecimiento de las penas y multas en caso de abandono o maltrato, así como la prohibición de sacrificar animales de compañía sin la justificación de un veterinario. Al mismo tiempo, también se prohíbe dejar a las mascotas de compañía solas por más de tres días, entre otras medidas.
Por otro lado, tal y como recoge la Ley 7/2023, de 28 de marzo, es obligatorio la identificación de perros y gatos por microchip antes de que la mascota supere los seis meses de edad. Generalmente, se implanta junto con la vacunación contra la rabia, y se complementará con la creación de un pasaporte para tu mascota.
Funciona durante toda la vida
Este nuevo 'marcaje', es el equivalente al DNI de las mascotas y en él se recogen los datos del propietario. Consta de un chip electrónico que debe estar homologado y que se inserta bajo la piel del animal, por lo que es imprescindible que se realice en un centro oficial. A su vez, según la normativa de la Comunidad de Madrid, el microchip es obligatorio para perros, gatos, conejos, hurones y caballos.
Se colocará de forma subcutánea, generalmente en el lomo izquierdo y cerca del cuello, permitiendo así una identificación única y permanente del animal. En el caso de las aves, el marcaje se realiza a través de una anilla que debe estar debidamente registrada.
Finalmente, contar con un microchip implantado en un perro o gato aumenta en un 40% las posibilidades de recuperarlo en caso de pérdida. Además, estos microchips funcionan durante toda la vida del animal y no requieren mantenimiento, por lo que no será necesario preocuparse por ello una vez implantado.