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Una mujer con mascarilla por infección respiratoriaPixabay

Sanidad endurecerá gradualmente el uso de las mascarillas según cuatro niveles de riesgo

En ellos, el cubrebocas pasa de estar recomendado a personas con síntomas a valorarse su obligatoriedad en las salas de espera y urgencias de los hospitales

Los casos de infecciones respiratorias han aumentado en el último mes. Para evitar una explosión de casos, el Ministerio de Sanidad ha recomendado este miércoles la mascarilla durante toda la temporada de virus. Su uso no será lineal, sino que se irá endureciendo a medida que la situación vaya empeorando. Para ello, han creado cuatro escenarios de riesgo, en los que pasará de estar recomendada a personas con síntomas a valorarse su obligatoriedad en las salas de espera y urgencias de los hospitales.

El borrador de medidas de prevención y control de las enfermedades respiratorias, con el que mañana Sanidad tratará de alcanzar el consenso de todas las comunidades en la Comisión de Salud Pública y al que ha tenido acceso Efe, pretende «garantizar la coordinación entre los territorios» este otoño e invierno cuando se solape la circulación de coronavirus, gripe o virus sincitial Respiratorio (VRS).

Pero abre la puerta a que cada comunidad «pueda implementar tantas medidas complementarias como considere adecuadas» en función de su situación, que agrupa en cuatro escenarios de riesgo: 0, 1, 2 y 3 o de riesgo «muy alto» o incluso «pandémico», en el que «se podrá valorar» la adopción de actuaciones «adicionales y excepcionales que se implementarán de acuerdo a la normativa específica»

Los cuatro escenarios se clasificarán en virtud de una serie de indicadores –tasa de incidencia, hospitalización, ocupación de camas o ingresos en UCI, entre otros– que se revisarán semanalmente.

Estos indicadores se extraerán principalmente del Sistema de Vigilancia de las Infecciones Respiratorias agudas en España (SiVIRA), pero también del registro de procesos de incapacidades temporales (IT); la herramienta de control de las aguas residuales; el sistema de monitorización de la mortalidad diaria (MoMo); el de Información de Vacunaciones (SIVAMIN) y la información de capacidad asistencial y ocupación hospitalaria de las comunidades.

Ante síntomas, siempre mascarilla

Cada escenario lleva aparejadas una batería de actuaciones, pero Sanidad considera que algunas deben ser comunes a todos ellos, entre ellas, la de recomendar la mascarilla quirúrgica y el autoaislamiento ante la aparición de síntomas.

El cubrebocas queda restringido a mayores de seis años, salvo quienes tengan «algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria» que pueda verse agravada por la mascarilla o que, por su situación de discapacidad o dependencia, no dispongan de autonomía para quitársela. Tampoco se aconsejará cuando «resulte incompatible con la naturaleza de las actividades que se estén realizando».

Durante toda la temporada deberán regir otras recomendaciones de prevención como la vacunación, la higiene, «especialmente» de manos; priorizar espacios al aire libre, evitar aglomeraciones y ventilar correctamente los espacios.

Asimismo, aboga por revisar y difundir los planes de contingencia de los centros asistenciales y sociosanitarios para hacer frente a un incremento de casos que «garanticen la continuidad asistencial».

Escenario 1: centros sanitarios

Se clasificará como escenario 1 cuando los indicadores de trasmisibilidad estén en nivel bajo o moderado, salvo que «haya motivos» para asignar uno superior o inferior.

  • Personas con síntomas: la mascarilla siempre es recomendable para ellas; en este nivel, deberán, «en la medida de lo posible», minimizar sus interacciones y aplicar las medidas de etiqueta respiratoria e higiene de manos durante los 5 días posteriores a empezar la sintomatología.

  • Centros residenciales: los trabajadores con síntomas deberán ser reubicados en áreas donde no haya contacto directo con personas vulnerables y, de no ser posible, darse de baja los 5 primeros días tras iniciar síntomas. Una vez reincorporados, seguirán utilizando permanentemente la mascarilla hasta, al menos, la remisión completa.

  • Hospitales, centros de salud y similares: se recomendará la mascarilla tanto personal sanitario como pacientes y acompañantes en ámbitos vulnerables como salas de tratamientos quimioterápicos o unidades de trasplantados.

Escenario 2: salas de espera y urgencias

Los indicadores en este escenario estarán en un nivel alto, salvo que «haya motivos para asignar un nivel de riesgo superior o inferior».

  • Personas con síntomas: se fomentará el diagnóstico precoz y se valorará la utilización de antivirales.

  • Medidas no farmacológicas: reforzar ventilación, limpieza y desinfección y recomendar mascarilla a personas «cuyas ocupaciones los llevan a un contacto cara a cara extenso con el público y siempre que interaccionen con personas con síntomas compatibles o casos confirmados».

Se impulsarán medidas que «eviten la aglomeración de personas trabajadoras en espacios cerrados».

  • Centros residenciales: se recomendará «activamente» la mascarilla a personas con riesgo de desarrollar complicaciones graves en supermercados, tiendas y transporte público, cines, teatros, salas de conciertos, gimnasios, salas de baile o eventos multitudinarios al aire libre.

De forma «permanente» se recomendará a «todos los trabajadores de los ámbitos vulnerables», pero no a pacientes o residentes, «valorando su obligatoriedad de manera general o en los centros que según su situación específica y vulnerabilidad así se determine».

Se podrán «restringir las visitas de cortesía» evaluando antes «la repercusión emocional» de esta actuación.

Los trabajadores contagiados en contacto con vulnerables que no puedan reubicarse deberán ser dados de baja «los días indicados de aislamiento».

  • Centros sanitarios: la mascarilla pasará a estar «indicada» tanto a trabajadores como a pacientes y acompañantes en lugares comunes como salas de espera o urgencias hospitalarias, «valorando su obligatoriedad de manera general o en los centros que según su situación específica y vulnerabilidad así se determine».

Tendrán que activarse los planes de continuidad para asegurar la asistencia sanitaria ante un incremento de la demanda asistencial, de absentismo por enfermedad de los trabajadores o, en determinadas situaciones, por cuarentena del personal.

Se incrementarán, si es necesario, las capacidades de los servicios de urgencias y de UCI.

Escenario 3: Medidas adicionales y «excepcionales»

Cuando los indicadores se encuentren en un nivel «muy alto» o haya información que apunte a un «riesgo pandémico», se añadirán otras medidas como reforzar la coordinación entre los diferentes territorios mediante la convocatoria extraordinaria del pleno del Consejo Interterritorial.

En caso necesario, «se podrá valorar la adopción de medidas adicionales y excepcionales que se implementarán de acuerdo a la normativa específica», concluye.