Las comunidades rechazan la propuesta de Sanidad de imponer mascarillas para retener los virus invernales

La estrategia contra los virus invernales que Sanidad anunció el pasado miércoles se ha paralizado hasta noviembre. La decisión ha tenido lugar este jueves en la Comisión de Salud Pública después de que las comunidades autónomas y el departamento de Mónica García no llegasen a ningún acuerdo.

En esta reunión, los consejeros han rechazado el borrador de medidas de prevención y control de las enfermedades respiratorias que la titular de la Cartera de Sanidad anunció ante los medios el pasado miércoles. En él pretendía «garantizar la coordinación entre los territorios» este otoño e invierno, cuando se solaparía la circulación de coronavirus, gripe o virus sincitial Respiratorio (VRS).

En el documento previo, Sanidad anunció la posibilidad de imponer a la sociedad el uso de mascarillas durante toda la temporada de virus. Su uso, según comunicó la titular, iba a ser gradual; es decir, se iba a ir endureciendo a medida que la situación empeorase. Para ello, establecieron cuatro escenarios de riesgo: 0, 1, 2 y 3 o de riesgo «muy alto» o incluso «pandémico».

Lo que planteaba el documento era clasificar la situación vírica de España en virtud de una serie de indicadores, al igual que se hizo con el coronavirus. Para saber qué plan escoger, las comunidades deberían haberse centrado en varios aspectos: la tasa de incidencia, hospitalización, ocupación de camas o ingresos en UCI, entre otros– que se revisarán semanalmente. También recomendaban otras medidas de prevención como la vacunación, la higiene, «especialmente» de manos; priorizar espacios al aire libre, evitar aglomeraciones y ventilar correctamente los espacios.

Estos indicadores, tal y como se lleva haciendo desde 2020, se iban a extraer principalmente del Sistema de Vigilancia de las Infecciones Respiratorias agudas en España (SiVIRA), pero también del registro de procesos de incapacidades temporales (IT); la herramienta de control de las aguas residuales; el sistema de monitorización de la mortalidad diaria (MoMo); el de Información de Vacunaciones (SIVAMIN) y la información de capacidad asistencial y ocupación hospitalaria de las comunidades.

Sanidad ya impuso las mascarillas

El origen de este documento no es nuevo. Se fraguó en el anterior pico de infecciones respiratorias, en el que el Ministerio acabó obligando a la ciudadanía a portar el cubrebocas en todos los centros sanitarios del país, una intervención que el Ministerio no quería volver a repetir, según ha comentado varias veces su responsable, Mónica García.

A partir de ahí, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) invitó a las comunidades a participar en la elaboración de una estrategia conjunta para evitar otro año más de colapso del sistema ante el aumento de los casos, adelanta Efe.

A esta invitación respondieron varias comunidades autónomas, entre ellas Asturias, Castilla y León, Cataluña, Galicia, Extremadura, Murcia, la Comunidad Valenciana y La Rioja. Desde entonces, han ido elaborando el borrador y perfeccionando un plan de actuaciones. Sin embargo, tras estudiarlo, algunos de los directores generales han considerado que es un proyecto «poco maduro». Otros han cuestionado algunas de las recomendaciones como la de dar cinco días de baja a los trabajadores de centros residenciales contagiados.

Por todo ello, y con la intención de llegar a un acuerdo para salvaguardar la salud de los españoles, se han citado para una nueva reunión extraordinaria el próximo mes de noviembre. En él intentarán cerrar finalmente un documento que deberá pasar después el filtro de los consejeros en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.