Un hombre despierta de un coma y se cree que tiene 24 años y que vive en la década de los 80
Según ha relatado el propio Luciano en una entrevista para el medio italiano Il Messaggero, las enfermeras se percataron de que algo no iba bien cuando este paciente pidió que se llamase al número de casa de sus padres, ambos fallecidos
Luciano d'Adamo sufrió un accidente de coche en el año 2019. Tras varios días en coma, este hombre, de 63 años, creyó que tenía tan solo 24 y que vivía todavía en la década de los 80. Al despertar olvidó 40 años de su vida, estaba convencido de que vivía en casa de sus padres y no reconocía la existencia de su hijo.
Según ha relatado el propio Luciano en una entrevista para el medio italiano Il Messaggero, las enfermeras se percataron de que algo no iba bien cuando este paciente pidió que se llamase al número de casa de sus padres, ambos fallecidos.
Quien se personó en el hospital fue una mujer, su esposa, a quien Luciano no reconoció y tomó por «una desconocida»: «Me llamaba Luciano y yo me preguntaba cómo podía saber mi nombre», ha expresado en otra entrevista en la cadena de televisión pública Rai.
Al poco, un hombre de 35 años acudió al hospital y se presentó como su hijo, al que tampoco reconoció como tal. Tampoco identificaba el teléfono móvil con el que llamó a su mujer y olvidó que su madre estaba muerta. «¿Cómo podía serlo si había nacido mucho antes que yo? ¿Y, después, qué esposa tenía yo? Yo no estaba casado, sino prometido. Y, desde luego, no con esa mujer que debía de tener casi 60, sino con una chica de 19», afirma en la entrevista.
El drama comenzó cuando Luciano se topó de bruces con la realidad. Cuando pudo levantarse de la camilla se miró al espejo, y en vez de ver reflejado a un joven de 24 años, el cristal le devolvió la imagen de un señor canoso y piel rugosa de unos 60 años: «El chico de 24 años se había convertido en un hombre de 63. Entonces, comprendí que todo era verdad».
Aunque al principio no fue fácil para él asumir su nueva realidad que había olvidado a causa del accidente, hoy en día ha intentado rehacer su vida. Actualmente trabaja en el mantenimiento de una escuela y un equipo médico fue el encargado de enseñarle de nuevo a socializar.
«De vez en cuando me encuentro con alguien que me saluda. Seguro que es un viejo amigo, pero no sé de quién se trata; sin embargo, por cortesía, finjo reconocerle y le correspondo», afirmó en su testimonio.