El mesotelioma, un cáncer relacionado con el amianto que aún tiene presencia en España y Europa
Llamamos amianto o asbesto a un grupo de minerales de la familia de los silicatos que tienen una estructura metamórfica fibrosa. Aunque hoy en día –y desde principios de los años 2000– este material está prohibido en la Unión Europea y en muchos otros países desarrollados, durante años el amianto se utilizó ampliamente en el mundo de la construcción para la realización de baldosas y azulejos, productos de papel, de cemento o para recubrir tejados y tuberías con lo que conocemos como uralita.
Todo hasta que se empezaron a encontrar evidencias de que presentaba un peligro para la salud, y es que la inhalación de fibras de asbesto puede conducir a varias afecciones pulmonares graves, como asbestosis –enfermedad que causa fibrosis pulmonar– y cáncer, con una elevada mortalidad.
A pesar de que hace más de 20 años de su prohibición, en 2021 la Unión Europea registró 2.380 muertes por mesotelioma, aunque la cifra ha ido disminuyendo de forma constante desde 2013, cuando se situó en 3.341 (-961 muertes).
Se trata de un tipo de cáncer relacionado con la exposición al amianto, que se desarrolla en la fina capa de tejido que recubre muchos de los órganos internos, conocida como mesotelio. Los síntomas del mesotelioma tienden a desarrollarse gradualmente con el tiempo y, por lo general, no aparecen hasta varias décadas después de la exposición al amianto.
El mesotelioma se considera principalmente un cáncer de origen ocupacional, es decir, causado por la exposición prolongada a agentes cancerígenos en el ambiente laboral. Entre 2013 y 2021, se registraron 13.530 casos de mesotelioma, convirtiéndolo en el segundo cáncer ocupacional más común después del cáncer de pulmón, que sumó 13.944 casos.
En 2021, se diagnosticaron 1.409 nuevos casos de mesotelioma, lo que constituye el 43 % de todos los casos de cáncer relacionados con el entorno laboral en ese año. Este número muestra un incremento de 135 casos en comparación con 2020, cuando se reportaron 1.274 diagnósticos nuevos. No obstante, si se observa la tendencia desde 2013, la incidencia del mesotelioma ha disminuido en 214 casos respecto a ese año, cuando se identificaron 1,623 nuevos casos.
Las variaciones en el número de diagnósticos pueden deberse, en parte, a la pandemia de covid, que afectó a los servicios de salud y a los sistemas de detección y reconocimiento de enfermedades profesionales en 2020 y 2021. En el contexto de los cánceres ocupacionales, el mesotelioma representó, en promedio, el 40 % de los casos registrados entre 2013 y 2021.
Incidencia por países
Riesgos del amianto
Cuando se rompe el fibrocemento, se liberan diminutas partículas que contienen sílice, hierro u otros minerales que no se degradan con el tiempo. Estas fibras se comportan como cuchillas que pueden penetrar en las vías respiratorias o los pulmones de cualquier persona que manipule el amianto o esté expuesta a una estructura de fibrocemento deteriorada, incluso solo una vez.
Por ende, los principales efectos sobre la salud derivados de la exposición al asbesto son la asbestosis (fibrosis pulmonar), la silicosis, el cáncer de pulmón y el mesotelioma, habiéndose encontrado también asociación con otras neoplasias, como carcinomas gastrointestinales o de laringe. Asimismo, según apuntan desde el servicio sanitario de Castilla y León (Sacyl), existe sospecha, aunque no confirmada, de que el amianto puede producir otros tipos de cáncer, como los de riñón, ovario o mama.