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Centro logístico para el reparto de ayuda en Silla (Valencia)Revuelta

Así trabaja la asociación que ha llevado 1.000 toneladas de ayuda a Valencia y a la que el Gobierno desprecia

Miles de personas han colaborado en la recogida con el único objetivo de ayudar: «Había gente de todo tipo e ideología. Ha sido el pueblo español»

Desde el primer momento en el que las lluvias torrenciales comenzaron a convertirse en ríos desbordados que destruían todo a su paso, hubo asociaciones que tomaron la iniciativa y comenzaron a hacer acopio de todo aquello que se podría necesitar en las zonas afectadas por la inundación. Una de estas organizaciones que no tardó en ponerse manos a la obra fue Revuelta.

Pablo González Gasca, uno de sus responsables de esta asociación, reconoce que, a pesar de que por la noche del martes ya comenzaron a ver por redes sociales las inundaciones, no fue hasta la mañana siguiente cuando se dieron cuenta de la magnitud que podía tener la desgracia. «A las 9:30 de la mañana ya teníamos un local preparado para recibir alimentos», asegura. Revuelta se convirtió entonces en el punto de referencia en Madrid para todos aquellos que buscaban un lugar donde ayudar. «Por la inacción de unos o por la falta de conciencia de otros, nadie más había puesto puntos de recogida», reconoce.

Cartel con la ubicaciones para realizar donacionesRevuelta

Un local de San Blas fue testigo de la generosidad de los madrileños. Pero tan solo 24 horas después se quedó pequeño, y el punto de recogida de ayuda se trasladó hasta el polígono de Arganda del Rey. Desde el primer momento destaca la diversidad de gente que acudía a ofrecer aquello que podía. «Lo que cuentan ahora de la extrema derecha es un cuento. Había gente de todo tipo y toda ideología», asegura este responsable. «Ha pasado tanta gente... han pasado más de mil personas, así que no hay manera de definirlos, solo era el pueblo español».

Más de mil toneladas de ayuda y unos 500 vehículos, entre los que se cuentan más de 40 tráileres, son las cifras de la ayuda que esta asociación proporciona a los vecinos afectados por la DANA. Gestionar tal cantidad de comida, agua, ropa, herramientas, productos sanitarios, material de trabajo... ha sido, y sigue siendo, un reto logístico enorme.

En Silla, un municipio cercano a las localidades de Albal, Paiporta o Benetúser, se ha ubicado el punto de recepción de todos los donativos, para desde ahí llevarlo a cada vecino de la provincia que se haya visto afectado por las inundaciones y necesite ayuda. Con coches todoterreno y furgonetas, los voluntarios tratan de sobreponerse a los destrozos y al fango que aún mantiene prácticamente incomunicados algunos pueblos y urbanizaciones.

La ayuda a los vecinos

«A los vecinos les da igual quién seas», «la gente está muy agradecida». Son los sentimientos que los voluntarios se encuentran al lograr el objetivo final, que no es otra cosa más que entregarle a los afectados aquello que necesitan y ofrecerles ayuda para achicar agua, retirar fango o recoger muebles y escombros. «Nosotros solo somos un grupo de amigos que hemos tenido una idea. Todo es la gente que nos está ayudando».

Pero no ha sido fácil llegar hasta allí. «El mayor obstáculo ha sido la dejación de funciones», reprocha este joven, que explica como muchos guardias civiles, militares o bomberos han acudido a título personal a colaborar, ya que el Estado no ha sido eficaz al ejecutar los mecanismos de ayuda que posee. «Nos han ignorado. Pero más que ignorarnos a nosotros, lo que han hecho ha sido ignorar las reclamaciones del pueblo valenciano».