Así queda el mapa de Estados Unidos tras las votaciones que decidieron el futuro del aborto
La regulación y prohibición del aborto comenzó en 2022, poco después de conocerse el fallo del Tribunal Supremo de EE.UU.
El pasado 5 de noviembre, los ciudadanos de 10 estados de Estados Unidos fueron llamados a las urnas para elegir, además de al nuevo presidente, el futuro del aborto y votar, en definitiva, si prohibir o dar luz verde a una práctica que mata al año a más de un millón de fetos en el país. Actualmente, 21 estados prohíben o restringen el acceso a estas polémicas intervenciones quirúrgicas.
En particular, los estados convocados a pronunciarse sobre esta materia fueron Montana, Arizona, Missouri, Nebraska, Colorado, Florida, Maryland, Nevada, Nueva York y Dakota del Sur. Tras el recuentro preliminar de votos, solo Nebraska, Dakota del Sur y Florida decidieron rechazar la Enmienda 4, que pretendía eliminar las restricciones del aborto.
A pesar de los resultados, muchas de las enmiendas no tendrán un efecto obligatorio o automático. Además, su implementación dependerá de quién controle el Congreso y la Presidencia. Por ello, en los estados que se han promulgado prohibiciones o restricciones, esta controvertida práctica aún continúa siendo legal.
La regulación y prohibición del aborto comenzó en 2022, poco después de conocerse el fallo del Tribunal Supremo de EE.UU. que devolvió a los estados la legislación sobre este asunto. Tras esta histórica decisión, Texas, Misuri, Wisconsin, Utah, Kentucky, Luisiana, Dakota del Sur, Oklahoma, Arkansas y Alabama no tardaron en vetar esta práctica. Sin embargo, la situación ha cambiado y algunos de los territorios que apostaron por la vida del recién nacido, ahora apoyan la cultura de la muerte.
Es el caso de Misuri. El estado, que fue el primero en prohibir esta práctica en 2022, después de que el Supremo revocara el caso Roe vs. Wade, ha decidido volver a establecer «el derecho a tomar y llevar a cabo decisiones sobre todos los asuntos relacionados con la atención de la salud reproductiva», incluida la atención prenatal, el parto, la atención posparto, el control de la natalidad, el aborto, la atención del aborto espontáneo y las condiciones respetuosas del parto.
Otros siete estados tienen permitidos estos infanticidios siempre y cuando no supere la gestación dictada por el territorio. Así, las mujeres de Utah, Carolina del Sur y Carolina del Norte, Nebraska, Arizona, Florida, Iowa y Georgia pueden matar a sus hijos entre las seis y las 18 semanas de vida del feto.
Desglosado, Arizona decidió permitir a las familias acabar con los fetos antes de las 15 semanas de gestación. Carolina del Sur, Georgia y Florida, por su parte, mantuvieron su ley del latido, una norma que prohíbe estas controvertidas prácticas una vez que han pasado las seis semanas de gestación (42 días de embarazo), cuando muchas mujeres aún no saben que están embarazadas. Situación similar es la que se impuso en Carolina del Norte y en Nebraska, pero el límite está en la semana 12 de gestación.
El caso más radical es el de Utah, ya que la Corte Suprema permitió acabar con la vida del futuro bebé hasta la semana 18 de embarazo, cuando el corazón del feto está ya dividido en cuatro cámaras, el cartílago se empieza a transformar en hueso y se pueden apreciar en las ecografías sonrisas del pequeño e incluso bostezos.
Por el contrario, 13 estados del país tienen vetada esta polémica práctica. Alabama, Arkansas, Idaho, Kentucky, Indiana, Luisiana, Oklahoma, Dakota del Sur, Tennessee, Virginia Occidental, Misisipi, y Texas son ejemplo de ello. Solo está permitido en caso de violación o incesto. En el caso de Idaho, el aborto está prohibido en su totalidad.