Seis de cada diez eutanasias realizadas en 2021 fueron ejecutadas por médicos de familia
En total, al cierre de 2023, casi 700 personas habían decidido acogerse a la ley
Desde que el Ministerio de Sanidad aprobó la ley de la eutanasia, casi 700 personas han muerto en España. Cada vez son más las leyes que el PSOE, junto a sus socios, aprueba para mermar la dignidad del ser humano y tratarlo como un mero objeto. En el 2021, año en el que se dio luz verde a esta polémica práctica, 64 % de las eutanasias realizadas fueron llevadas a cabo por especialistas en medicina familiar y comunitaria, principalmente en el hogar del paciente.
Aunque hay pocos datos de la implantación de la cobertura legal sobre eutanasia, un año y algunos meses después de la entrada en vigor de la norma se aplicaron 288 prestaciones en todo el territorio, el 50 % de las solicitadas; en 2021, fueron 75. En total, al cierre de 2022, 363 personas habían decidido acogerse a la Ley de Eutanasia.
Así se ha puesto de manifiesto durante el 44 congreso nacional de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), celebrado en Barcelona. En él, su presidenta, Remedios Martín, expresó que la realidad es que «cualquier día» los facultativos se pueden encontrar con una petición encima de la mesa y tienen que prepararse para «acompañar al paciente en su decisión final».
Del mismo modo, durante la exposición de temas, la entidad apuntó que este nuevo marco legal «exigió y sigue exigiendo» una adaptación en «la práctica diaria de los profesionales de la salud, quienes deben estar preparados para ofrecer este servicio con la máxima calidad y humanidad».
Asimismo, afirmaron que con el objetivo de abordar uno de los temas más sensibles y actuales en las consultas de Atención Primaria, la semFYC incluyó en la ponencia “Eutanasia: ven y prepárate para cuando tu paciente te pida ayuda para morir, un taller que fue a cargo de Remedios Martín, y los especialistas Fernando León Vázquez y Esther Limón Ramírez.
Esther Limón añadió que la eutanasia plantea «grandes desafíos éticos y legales» para los médicos de familia. No solo implica manejar las emociones y la ética personal, sino también garantizar que el proceso cumpla estrictamente con los requisitos legales y éticos. Los médicos deben estar preparados para «gestionar estos casos con total responsabilidad y empatía».
«El proceso de eutanasia, tal como establece la ley, es complejo y garantista, con plazos y documentación que aseguran la voluntariedad del paciente», agregó, al tiempo que señaló que el derecho a la objeción de conciencia «debe ejercerse con responsabilidad».
Por último, la Semfyc aseveró que la formación continua y el conocimiento de la ley y las buenas prácticas son «fundamentales» para que los profesionales puedan manejar «adecuadamente las solicitudes de eutanasia». Del mismo modo, ofrecen «un acompañamiento integral» a los pacientes y sus familias que consideran la eutanasia, «similar al apoyo brindado en cualquier situación de final de vida».