Fundado en 1910

Ozempic

Los diabéticos, al límite por el desabastecimiento de sus fármacos, utilizados para adelgazar: «Son vitales, no de lujo»

La grave falta de suministro medicamentos para esta enfermedad en los últimos tiempos ha puesto en jaque la salud de los enfermos

«Mi vida ha cambiado en muchos aspectos, pero puedo hacer una vida normal». Esta es la frase de Marta Heredia, una paciente con diabetes que lleva tres años sufriendo la enfermedad. Ahora, se le ha sumado un nuevo problema, el desabastecimiento de sus fármacos, una situación que lleva tiempo en nuestro país.

La vida de Marta siempre había sido normal, no había ningún aspecto de su salud que destacase, pero en noviembre de 2021 comenzó a sentir síntomas claros de una diabetes tipo 1: «Había perdido mucho peso, tenía mucha sed y necesidad de ir constantemente al baño», afirma. Esta situación no le preocupó, ya que ella siempre había sido de perder y ganar peso muy rápidamente. La sed la asociaba a la mascarilla por la covid.

Días después, cuando sus familiares y amigos cercanos comenzaron a decirle que estaba muy delgada, se empezó a preocupar: «Me puse en contacto con mi médico de cabecera», argumenta, pero como los hospitales y los centros de salud estaban saturados por la pandemia, no fue hasta el 23 de febrero cuando se lo diagnosticaron.

Según el doctor Cristóbal Morales, especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Vithas Sevilla, los síntomas de la diabetes tipo 1 y tipo 2 «son diferentes». En la diabetes tipo 1, explica, los síntomas son muy similares a los que tuvo Marta al principio: aparecen de forma rápida –porque el cuerpo deja de producir insulina de manera abrupta–. Esto provoca señales muy claras, como «orinar con frecuencia, tener mucha sed, comer mucho, pero seguir perdiendo peso, y sentirse extremadamente cansado», anota.

En cambio, en la diabetes tipo 2, los signos se desarrollan «de manera lenta y discreta», lo que hace que muchas personas puedan tener «la enfermedad sin saberlo durante mucho tiempo», enfatiza el médico.

El día que recibió el diagnóstico la ingresaron varios días y le confirmaron el diagnóstico de diabetes tipo 1. «Fueron días difíciles», recuerda, porque estaba sola en el hospital, no podía ni recibir visitas por las restricciones y estaba rodeada de agujas, glucómetros, tiras, insulina… pero el apoyo de su familia, amigos y el descubrimiento de «la comunidad azul que hay en redes sociales», se lo puso todo más fácil.

Fármacos para controlar la diabetes

La grave falta de suministro medicamentos para la diabetes en los últimos tiempos en España ha puesto en jaque la salud de los enfermos. Sin embargo, este problema parece haberse controlado. Así lo especifica el doctor Morales, quien afirma que el desabastecimiento de análogos GLP-1 ha sido «un problema en el pasado» debido al creciente uso del Ozempic y Wegovy, tanto para tratar la diabetes tipo 2 como la obesidad.

Asimismo, advierte que es importante señalar que algunos medicamentos están «específicamente indicados para la obesidad», mientras que otros son «para el manejo de la diabetes» lo que también influye en su distribución.

Esta situación, aunque no la ha sufrido Marta, ya que desde hace unos meses va con bomba de insulina y utiliza cartuchos ya cargados, ha afectado a gente de su entorno: «No es justo que situaciones como estas nos afecten. La insulina y otros medicamentos esenciales no son un lujo, para nosotros es algo de vida o muerte», denuncia.

Una enfermedad sin cura

A pesar de ser una enfermedad que afecta a más de cinco millones de personas en España, no tiene cura. Tal y como especifica el doctor Morales, aunque se está investigando, se están haciendo «muchos avances en tecnología» para que las personas con diabetes puedan controlar mejor sus niveles de azúcar en la sangre de forma más sencilla. Así, afirma que «un gran cambio en su calidad de vida» ha sido la introducción de los dispositivos de monitorización flash y continua de glucosa, que han revolucionado el manejo de la diabetes.

Además, continúa el especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Vithas Sevilla, en el campo de la tecnología se están desarrollando «páncreas artificiales», también conocidos como sistemas de asa cerrada. Estos combinan un sensor y una bomba de insulina que ajusta automáticamente «la cantidad necesaria, simulando el funcionamiento de un páncreas natural». Además de los avances tecnológicos, también se están investigando soluciones biológicas y celulares.

A pesar de todo, su vida no ha cambiado. La diferencia de la Marta sin diabetes a la Marta con diabetes, concluye, es que ahora tiene que controlar «sus niveles de glucosa» y saber «la cantidad de hidratos, proteína y grasas» que va a comer para poder calcular las dosis de insulina que necesita.