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Los disruptores endocrinos, los enemigos de la población que causan infertilidad: «Hay más de 800 sustancias»

La mayoría no han sido estudiadas en profundidad, lo que impide determinar con precisión el riesgo que representan

Envases de alimentos, botellas de plástico, productos de limpieza e higiene... Los disruptores endocrinos, aunque son imperceptibles para el ojo humano y pasan desaparecido para muchos, están en todas partes. Ejemplo de ello son los bisfenoles, unos compuestos que, entre otras cosas, afectan a la calidad del semen de los hombres. Esto, podría ser una de las principales causas de la infertilidad.

Joel Domenech Vicente, biólogo, explica que los disruptores endocrinos son sustancias químicas exógenas capaces de interferir «en el correcto funcionamiento del sistema endocrino» por su capacidad para «imitar, bloquear o alterar» la acción que realizan de «forma natural» las hormonas liberadas por el cuerpo humano.

Actualmente, se estima que existen alrededor de 800 sustancias químicas que podrían actuar como disruptores endocrinos. Sin embargo, la mayoría no han sido estudiadas en profundidad, lo que impide determinar con precisión el riesgo que representan, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Aunque los ensayos no son multitudinarios, cada vez salen más a la luz. El último ha sido llevado a cabo en España por investigadores de la Universidad Rovira i Virgili (URV) y el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV) de Tarragona. En este estudio, analizaron la relación entre los niveles de los bisfenoles A (BPA), S (BPS) y F (BPF) en orina y varios parámetros de calidad del semen en 195 hombres españoles en edad reproductiva y sin antecedentes de infertilidad.

Disruptores hormonales

Tal y como detallan en el ensayo al que ha accedido Europa Press, los compuestos BPA, BPS y BPF son disruptores hormonales, ya que tienen la capacidad de alterar «la función del sistema endocrino» y se utilizan en la fabricación «de plásticos y resinas epóxicas». Así, según este documento, están presentes en productos como envases de alimentos, botellas de plásticos y latas. Es decir, proviene «principalmente» del consumo de alimentos o bebidas contaminadas por los envases que contienen estos compuestos.

Tras este análisis, los investigadores han apreciado una asociación «significativa» entre los niveles de bisfenoles en orina y la vitalidad espermática de los participantes: a un mayor nivel de bisfenoles habría una menor vitalidad espermática. Además, apunta Domenech Vicente, también existen disruptores endocrinos naturales que proceden de los fitoestrógenos, presentas en legumbres como la soja, la alfalfa o el trébol.

Al evaluar los límites de ingesta diaria tolerable (TDI) establecidos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) para el BPA, los científicos observaron una exposición «generalizada» por encima de los niveles seguros, lo que resulta perjudicial para la salud.

A pesar de los riesgos, el biólogo llama a la calma, ya que los efectos varían según «la persona, el tipo de sustancia, la dosis, el tiempo y la vía de exposición». No obstante, se recomienda reducir las dosis. Para ello, es importante leer bien las etiquetas de los productos –especialmente los de higiene–, evitar alimentos no orgánicos y minimizar el uso de plásticos.