Los médicos aseguran que las alternativas sin humo son «menos dañinas» que el tabaco tradicional
Piden diferenciar entre los efectos del tabaco y las alternativas sin humo
El tabaco causa cerca de 50.000 muertes al año en España, según el Ministerio de Sanidad. Los datos del último Eurobarómetro 2024 muestran que el 70 % de los españoles fuma a diario cigarrillos manufacturados y un 24 % tabaco de liar, cifras por encima de la media europea. Por ello algunos expertos plantean que es necesario establecer un debate sobre las alternativas al tabaco tradicional y sus riesgos y beneficios para reducir las tasas de tabaquismo.
Los expertos piden diferenciar entre los efectos del tabaco y las alternativas sin humo. Además, recuerdan que países como Reino Unido o Suecia han apostado por estos productos alternativos y están consiguiendo reducir los índices de tabaquismo y las muertes por enfermedades asociadas. No obstante, consideran que la población debe conocer los riesgos de estas alternativas sin humo. Por último abogan por un debate abierto y consensuado sobre las diferentes estrategias y recuerdan que el objetivo final es que el fumador abandone por completo su hábito.
Debate abierto
Algunos expertos plantean que es necesario establecer un debate sobre las alternativas al tabaco tradicional y sus riesgos y beneficios para reducir las tasas de tabaquismo.
El doctor Fernando Fernández , portavoz de la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo asegura que «En primer lugar, existen alternativas, mucho menos dañinas que el tabaquismo convencional. Desde la plataforma, lo que animamos a la gente es que, lo primero, deje el tabaco. En segundo lugar, que entienda cuales son las herramientas para la reducción del daño por el tabaquismo».
Existen alternativas, mucho menos dañinas que el tabaquismo convencionalPortavoz de la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo
El doctor Javier Nieto, nefrólogo y presidente Sociedad castellanomanchega de Hipertensión y Riesgo Cardiovascular asegura que «los productos alternativos la verdad es que tienen aproximadamente un 90-95 % menos de tóxicos que el tabaco por combustión. Esto significa que, desde el punto de vista del cáncer, o del punto de vista de la enfermedad vascular, del punto de vista de las enfermedades respiratorias, son capaces de producir, al menos hasta ahora, lo que se sabe, que relativamente menos, potencialmente menos enfermedades».
Cigarrillos electrónicos
La Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo ha puesto sobre la mesa el debate sobre las alternativas sin humo, como los cigarrillos electrónicos y las bolsas de nicotina oral, con el objetivo de reducir los riesgos asociados al tabaquismo. El doctor Fernando Fernández Bueno, portavoz de la plataforma, destacó que «fumar y vapear, o consumir nicotina oral, no es lo mismo». En esta línea, insistió en que «las herramientas de reducción del daño, es decir, el cigarrillo electrónico y la nicotina oral, son productos testados» cuya evidencia científica respalda que pueden ayudar a los fumadores a dejar el tabaco.
Fumar y vapear, o consumir nicotina oral, no es lo mismo
Como ejemplos de éxito, mencionó a países como Reino Unido o Suecia, donde la apuesta por estas alternativas ha conseguido reducir tanto las tasas de tabaquismo como las muertes asociadas a enfermedades derivadas del consumo de tabaco. En Suecia, concretamente, productos como el Snus —un tipo de tabaco sin combustión— o las nicotine pouches —bolsas de nicotina oral— han demostrado su eficacia a largo plazo. «Lo que mata a los pacientes es el humo, no la nicotina», afirmó Fernández Bueno, quien subrayó que estos métodos alternativos llevan en uso «50 años en Suecia con excelentes resultados».
El caso de Suecia
Por su parte, el doctor Javier Nieto, nefrólogo y presidente de la Sociedad Castellano-Manchega de Hipertensión y Riesgo Cardiovascular, respaldó la afirmación con datos concretos: «Sabemos hoy que en Suecia, el número de casos de cáncer es prácticamente un 30% menos que en la Comunidad Económica Europea».
Sin embargo, los expertos reconocen que el uso de estas alternativas no está exento de polémica. «Hay mucho debate con todo, esa es la realidad», afirmó el doctor Nieto. «Hay gente que está a favor, en cierta medida por la potencialidad que tienen estos productos de disminuir ese riesgo, y hay gente que considera que el riesgo es similar o parecido al tabaco convencional».
En Suecia, el número de casos de cáncer es prácticamente un 30% menos que en el resto de EuropaNefrólogo y presidente de la Sociedad Castellano-Manchega de Hipertensión y Riesgo Cardiovascular
Ante esta división de opiniones, el doctor Fernández Bueno defendió una postura pragmática y realista. «Los que no somos de esa serie paternalista y asumimos que un grupo de la población va a fumar, sí o sí, a pesar de todo lo que hagamos, vamos a ofrecerles algunas alternativas de reducción de daño», explicó. Asimismo, subrayó que el objetivo último es que el fumador abandone por completo su hábito, aclarando que estas alternativas están destinadas exclusivamente a quienes ya fuman. «Lo que tiene que saber la población es que estos productos están destinados para la población fumadora. Nunca vamos a decir que estos productos son para cualquier persona».
Por ello, los especialistas abogan por un debate abierto y consensuado sobre estas alternativas, recordando que la reducción del daño puede ser un paso importante en la lucha contra el tabaquismo.