Perfil
María Blasco, la directora del CNIO nombrada por Zapatero que ve empañada su carrera científica
Considerada una de las figuras más influyentes en la investigación biomédica, varias informaciones publicadas por El Debate han llevado al sindicato Manos Limpias a denunciarla
Era hasta hace bien poco toda una institución en el mundo de la investigación biomédica, pero su carrera queda ahora empañada por varias informaciones que publica El Debate y que ahora han llevado al sindicato Manos Limpias a denunciarla por usar donativos de particulares destinados a la investigación oncológica para comprar obras de arte.
Nacida en Alicante en 1965, se licenció en Ciencias Biológicas en la Universidad de Valencia y completó su doctorado en 1993 bajo la tutela de Margarita Salas, pionera de la biología molecular en España. Trabajó en el prestigioso Cold Spring Harbor Laboratory en Nueva York y en 1997, Blasco regresó a España para incorporarse al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y establecer el grupo de Telómeros y Telomerasa.
Fue en 2011 cuando, todavía bajo el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, asumió la dirección del CNIO, puesto que ha mantenido hasta el día de hoy. 13 años de liderazgo bajo ejecutivos de derechas e izquierdas que se ven ahora cuestionadas por informaciones comprometedoras.
Es autora de 297 publicaciones científicas, de las cuales 237 son artículos de investigación, 51 son revisiones y 9 son capítulos de libros. Además, ha colaborado con prestigiosas revistas científicas y es fundadora de la revista Aging, dedicada al estudio del envejecimiento y la longevidad.
Lluvia de polémicas
María Blasco enfrenta múltiples controversias relacionadas con su gestión. Se le acusa de desviar fondos destinados a la investigación del cáncer para adquirir obras de arte, lo que ha generado críticas de empleados que denuncian falta de recursos básicos en el centro. Además, Blasco habría cobrado sobresueldos no autorizados de 150.000 euros, elevando su salario anual a 230.000 euros, el triple de lo que perciben directores de instituciones similares. Mientras, adquirió dos propiedades en Galicia al contado junto a su pareja, Ruth Toledano, quien también colabora en programas del CNIO.
A estas controversias se suman su inclusión de la Fundación Franz Weber, vinculada a su mujer, en un programa de 2,4 millones de euros, y su rol como patrona en la Fundación Alternativas, cercana al PSOE. Trabajadores del CNIO exigen su destitución, mientras Blasco responsabiliza al Gobierno por la situación económica del centro.