La cultura de la muerte domina España: este año se han presentado las cifras más altas de eutanasias y abortos

Desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa, la cultura de la muerte ha dominado nuestro país. En 2023, según las cifras ofrecidas por el Gobierno este año, las muertes por eutanasia y los abortos han cumplido un nuevo récord. Se acentuaron aún más con la aprobación de las leyes, dos normas que han denigrado el derecho más importante de todo ser humano: la vida.

Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, el año pasado 103.097 bebés no pudieron descansar en el seno de su madre, 4.781 (4,8 %) más que en 2022. Hay dos fechas clave en estas políticas proabortistas. La primera fue el 2 de junio de 2018, día en el que Pedro Sánchez tomó las riendas del país. De hecho, desde que el PSOE está al frente del país se han producido 476.000 abortos, una cifra que no para de crecer año tras año. La segunda, dató del 15 de diciembre de 2022, cuando el Congreso de los Diputados dio luz verde a la polémica ley del aborto.

Cuando la Cámara Baja aprobó con 190 votos a favor, 154 en contra y cinco abstenciones esta norma, Irene Montero, que en ese momento era la ministra de Igualdad e impulsora de la ley, expresó que se devolvía a las mujeres de 16 a 18 años la posibilidad de decidir «sobre sus propios cuerpos».

A pesar de las críticas, la ahora eurodiputada consiguió lo que quería. Según las últimas cifras y en unas tasas por 1.000 habitantes, el 9,14 % de las mujeres de menos de 19 años decidieron en 2023 matar al nasciturus. La subida ha sido generalizada en todos los grupos de edades, pero la mayor tasa se la llevaron las jóvenes entre 20 y 24 años (10,7 %).

Misma situación para la eutanasia

Lo mismo pasa con la eutanasia. Cuando la Ley Orgánica 3/2021, de 24 de marzo, de regulación de la eutanasia (LORE) entró en vigor, las solicitudes se dispararon. En 2023, según el informe de evaluación anual sobre la prestación de ayuda para morir en España, elaborado por el Ministerio de Sanidad –departamento que creó esta controvertida norma– se registraron 766 solicitudes en nuestro país, de las cuales se llevaron a cabo 334.

Desde su entrada en vigor y hasta el 31 de diciembre de 2023, los servicios sanitarios encargados de este ámbito atendieron 1.515 solicitudes de eutanasia: 173 durante 2021; 576 en 2022; y 766 durante el año 2023. También incrementó el número de muertes. En 2021 se registraron 75 y 288 en 2022. Una cifra que asciende a casi 700 muertes (697) si se contabilizan también las del año anterior.

A pesar de los intentos de la sociedad por seguir adelante, la dejadez de Pedro Sánchez y su Gobierno está impulsando a España hacia una nueva senda en la que la vida de los enfermos terminales o los no nacidos no vale nada.