La futura fiscal general de EE.UU. afirma que no habrá más persecución contra activistas provida ni católicos
Esta acción la impuso el presidente Biden, quien en febrero del pasado año dio luz verde a un nuevo y enrevesado plan jurídico
La persecución contra los católicos y los movimientos provida en Estados Unidos está a la orden del día. Sin embargo, a pesar de las políticas impulsadas por el gobierno de Joe Biden, la defensa de la cultura de la vida ha ganado terreno en diversos sectores de la sociedad. Un ejemplo son los 21 estados que ya prohíben o restringen el acceso a estas controvertidas intervenciones quirúrgicas.
En este contexto, Pam Bondi, nominada para el cargo de fiscal general del país, ha afirmado ante el Comité Judicial del Senado que, desde la administración de Donald Trump, no se penalizará a los ciudadanos que oren frente a las clínicas abortivas.
Según publica en su web Infocatólica, Bondi, durante su intervención, ha hecho referencia a un memorándum del FBI de 2023 que investigaba a los llamados «católicos radical-tradicionalistas» por supuestos lazos con nacionalistas blancos. Según el medio, el documento incluía la idea de reclutar informantes en parroquias que celebran misas en latín y en comunidades católicas activas en internet consideradas como «radicales».
Así, ha afirmado que con estos actos se está produciendo un claro ataque «a los derechos de la Primera Enmienda de los estadounidenses». Acto seguido, ha argumentado que esto «no debería estar pasando» en el país.
En la misma reunión, la futura fiscal general también se ha referido a la persecución policial contra los manifestantes provida que acaban en la cárcel. Esta acción la impuso el presidente Biden, quien en febrero del pasado año dio luz verde a un nuevo y enrevesado plan jurídico. Se trata de la Ley de Libertad de Acceso a las Entradas a las Clínicas (FACE) que prohíbe las amenazas de fuerza, obstrucción y daños a la propiedad destinados a interferir con los servicios de atención de salud reproductiva y el «delito de conspiración contra derechos».
En este sentido, Bondi ha prometido que el Departamento de Justicia hará bien su trabajo y no se utilizará para atacar «a manifestantes provida o personas de fe».
En definitiva, cuando Trump sea investido presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero, en el ala oeste del Capitolio de Washington DC., las políticas a favor de la cultura de la muerte desaparecerán y volverán a ganar, una vez más, las prácticas que apuestan por la vida de todo ser humano desde el momento de su concepción hasta la muerte.