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virus NipahWikipedia

El virus de Nipah preocupa a los investigadores, que instan en crear tratamientos y vacunas eficaces

Ha despertado una considerable atención debido a sus elevadas tasas de mortalidad y su potencial transmisión entre humanos

El virus de Nipah (NiV) vuelve a ser noticia. Esta vez ha sido un grupo de investigadores del departamento de Microbiología y Biología Patogénica de Universidad Médica de la Fuerza Aérea de Xi'an (China), el encargado de publicar una revisión de estudios sobre este patógeno, un paramixovirus zoonótico que recientemente ha surgido como un problema crucial de salud pública. Tras su auge, han instado en la necesidad de adoptar un enfoque multidisciplinario, incluido el desarrollo de tratamientos y vacunas eficaces y la aplicación de medidas sólidas de control de infecciones para prevenir brotes y proteger a la ciudadanía.

El virus ha despertado una considerable atención debido a sus elevadas tasas de mortalidad y su potencial transmisión entre humanos, lo que supone una amenaza para la salud pública mundial. El NiV, que ha surgido en el sur y sudeste de Asia, es conocido por sus brotes recurrentes, con especial atención a sus linajes genéticos, NiV-MY y NiV-BD, que difieren en patogenicidad y transmisibilidad.

El virus, inicialmente aislado en Malasia en 1998, ha provocado desde entonces brotes relacionados con el contacto con animales infectados, en particular murciélagos frugívoros del género Pteropus, o el consumo de productos alimenticios contaminados, como la savia cruda de la palmera datilera.

Las especies de murciélagos frugívoros del Sud Este Asiático, conocidos como «zorros voladores», son los huéspedes reservorios naturales del virus Nipah3. El virus se encuentra en la orina de los murciélagos y potencialmente en sus heces, saliva y fluidos de parto.

Los conocimientos epidemiológicos revelan que el virus NiV ha demostrado su capacidad para infectar a una amplia gama de huéspedes, desde reservorios naturales como los murciélagos hasta animales domésticos como los cerdos, que actúan como huéspedes intermediarios, facilitando la transmisión a los seres humanos.

Hasta ahora se han notificado infecciones humanas en Malasia, Singapur, Bangladesh, India y Filipinas, y el virus muestra una propensión a causar enfermedades graves y la muerte. La patogenia del virus NiV implica una infección inicial en el tracto respiratorio, seguida de una propagación sistémica, que conduce a vasculitis e infección de órganos. La capacidad del virus para evadir la respuesta inmunitaria del huésped y causar daño a las células endoteliales contribuye a su alta patogenicidad.

Clínicamente, el virus de NiV se presenta con una variedad de síntomas, desde una enfermedad similar a la gripe inespecífica hasta complicaciones neurológicas graves, con un riesgo significativo de recaída y encefalitis de aparición tardía en los sobrevivientes.

Actualmente, recuerdan los investigadores que no existe un tratamiento antiviral específico para la infección por virus de NiV, y el manejo se basa en cuidados de apoyo. La ribavirina se ha utilizado empíricamente, pero su eficacia sigue siendo incierta debido a los resultados contradictorios de los estudios in vitro y los modelos animales.

Ante esta situación, «el desarrollo de vacunas contra el virus de NiV es una prioridad»; se están investigando varios enfoques, incluidas las vacunas basadas en partículas similares al virus y las vacunas basadas en ARNm. Sin embargo, todavía no hay ninguna vacuna aprobada para uso humano.

Las actuales estrategias de prevención del virus NiV se centran en reducir la exposición al virus mediante medidas de salud pública, como la vigilancia, la educación y los cambios en las prácticas agrícolas. Entre ellas, se incluyen la prevención del acceso de los murciélagos a la savia de la palmera datilera y la aplicación de estrictas medidas de higiene en la cría de cerdos para frenar la transmisión del virus.