
Trabajador social con un enfermo en paliativos
El desconocido papel del trabajador social en los cuidados paliativos: «Pasan los años y seguimos igual»
Se encargan de dar cursos de formación paliativa a los oncólogos, pero ellos nunca podrán impartir esa materia porque no están formados en ese Grado
Este martes 18 de marzo, se celebra el Día Mundial del Trabajador Social, una de las profesiones más desconocidas e ignoradas por la sociedad que trabaja para muchos colectivos y en muchos ámbitos como infancia, inmigración, personas mayores o adicciones.
Según el Consejo General del Trabajo Social, los últimos datos, de junio de 2023, muestran que hay 48.605 profesionales colegiados en trabajo social en España. Del total, más de 12.100 ejercen en el ámbito sanitario en distintos tipos de contratación (pública, privada, ONG, residencias, mutuas, etc.). A pesar de ser uno de los empleos más importantes para la rama sanitaria, cerca del 25 % no la tienen reconocida, algo que posee relevantes implicaciones para el paciente en general y los trabajadores en particular. Especialmente, para aquellos que están en cuidados paliativos.
María Galíndez, vicepresidenta de la Fundación Pía Aguirreche
«Si la gente conociese los cuidados paliativos, no se llegaría a prácticas como la eutanasia»
Desde la Fundación Dignia apuntan que uno de los principales problemas es «la falta de formación en su Grado» y la imposibilidad de acceder a postgrados sanitarios, ya que no son considerados como tal.
Si nos adentramos en el ámbito de los cuidados paliativos, un mundo en que debe haber delicadeza, el papel del trabajador social es clave. Estos profesionales no solo se dedican a acompañar, sino que tratan de ofrecer la promoción del bienestar y de mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias. Por lo tanto, denuncian desde la Fundación, si este profesional no ha conseguido formarse adecuadamente «tenemos un problema».
Esta oportunidad de estudios beneficiaría claramente a los pacientes, puesto que tendría delante a una persona cuidando personas, y que además, entiende de lleno el abordaje sociofamiliar y su sufrimiento y vulnerabilidad. A esto habría que sumarle otro problema, el trabajador social en cuidados paliativos no está presente en un 90 % en el sistema de salud público.
Para más inri, aseveran los trabajadores de la Fundación Dignia, está el contrasentido de que estos trabajadores sociales son los que muchas veces dan clases de cuidados paliativos a oncólogos o enfermeras, pero que, sin embargo, ellos no podrían impartir. «Pero toda esta situación no es nueva», apuntan.
Se ve por ejemplo en el caso de la doctora Cicely Saunders, pionera en el mundo de los cuidados paliativos. Esta especialista, que murió el 14 de julio de 2005, para llevar a cabo el Movimiento «Hospice» –movimiento de fomento de los cuidados paliativos– y ampliar sus conocimientos, tuvo que alejarse de la profesión de trabajadora social. «Pasan los años y seguimos igual», aseveran.
Como es habitual, no todo es malo. El pasado mayo de 2024, la Asamblea General de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal) aprobó una modificación de los estatutos que incluía la creación de la primera vicepresidencia de Trabajo Social, una decisión que subraya la importancia de esta disciplina en los equipos de Cuidados Paliativos. Al frente de ella está Alejandro González Peña, un trabajador social que forma parte del equipo de cuidados paliativos pediátricos del Niño Jesús. Aunque ya está donde quería, llegar hasta ahí no ha sido fácil, ya que ha tenido que batallar para poder formarse.
Fuera de los cuidados paliativos
Fuera del ámbito paliativo, las cifras tampoco son positivas. Solo hay 3.295 trabajadores sociales sanitarios en el sistema público de salud (sin contar las Islas Baleares, Cataluña y Soria) y la distribución no es uniforme en todo el territorio nacional, comentan.
Por ejemplo, en el País Vasco no hay trabajadores sociales en Atención Primaria. De hecho, existe un movimiento para que la Unesco declare el 3 de octubre el Día Internacional del Trabajo Social Sanitario. Esa fecha fue seleccionada porque en 1905 se creó la primera plaza de trabajadora social sanitaria en un hospital estadounidense, concluyen.