Vandalizan de nuevo el Refugio Provida que ofrece ayuda a las mujeres que quieren una alternativa al aborto

Refugio Provida vandalizado con pinturaRefugio Provida

Vandalizan de nuevo el Refugio Provida que ofrece ayuda a las mujeres que buscan una alternativa al aborto

Cristales rotos, basura en la puerta, pegamento en la cerradura, desperfectos en la cartelería, pintura en la fachada... nada de esto hace que desde el Refugio Provida abandonen su misión de evitar que niños sean abortados

El Refugio Provida es un centro dedicado a ofrecer información a las mujeres que, ante la falta de ayuda o alternativas, se ven empujadas a acudir a clínicas abortivas para acabar con su embarazo. Está ubicado frente a la Clínica Dator, el abortorio más grande de España. Aquí los voluntarios acuden para ofrecer información a las mujeres embarazadas que se enfrentan al trauma de plantearse acabar con la vida de su hijo.

Los ataques al Refugio Provida han sido una constante desde su apertura. Cristales rotos, pintadas ofensivas, basura en la puerta, pegamento en la cerradura, desperfectos en la cartelería, pintura arrojada contra la fachada e, incluso, la llave de paso del agua cortada, todo con el único fin de amedrentar a las personas que acuden a defender la vida.

Ana Ruiz, responsable del Refugio, y los voluntarios que se acercan hasta el centro reparten folletos y ofrecen su apoyo material y espiritual a las mujeres que salen de la Dator. «Hay muchos casos de mujeres que vienen presionadas, que no quieren abortar, y ven en nosotros su única salida», confiesa Ana, que responde a la llamada de El Debate desde la sala de espera de un centro de salud al que ha acompañado para hacerse una ecografía a una madre que se ha replanteado si desea abortar.

Esto es lo que desde el Refugio Provida denominan 'rescates'. Le ofrecen a las mujeres una alternativa, información sobre la intervención del aborto, apoyo material o, simplemente, una voz amiga deseosa de escucharlas. En la última semana, Ana y su equipo de voluntarios han logrado que una mujer abandone la idea de abortar y que otra se tome unos días para reflexionar sobre qué hacer, un tiempo muy necesario para tomar una decisión de este calado y que, en muchas ocasiones, finaliza con la mujer rechazando someterse al aborto.

Pero todas las amenazas, insultos y ataques al centro merecen la pena cuando, gracias a la intervención de los miembros del Refugio Provida, un niño nace. Dos esta misma semana. «Las mamás siempre están supercontentas y superagradecidas cuando nace un niño, y nosotros felices con ella», asegura Ana.

«Lo que hay que hacer es informar, porque hay muchas personas que acuden con la idea errónea de que ese feto no es nada», se lamenta Ana. «Cuando salen, muchas lloran porque se han dado cuenta de que se han dejado a su hijo dentro». Para tratar de paliar este desconocimiento, la productora Terra Ignota, presentó el pasado mes de diciembre un documental titulado 'El genocidio silencioso', que ahora Ana trata de dar a conocer en centros culturales o colegios.

Documental 'El Genocidio Silencioso', de Terra Ignota

Documental 'El Genocidio Silencioso', de Terra Ignota

El Refugio Provida abre de 09:00 a 15:00, en el mismo horario que tiene actividad la clínica abortiva. Por las tardes, de 15:00 a 17:00 acuden los más que necesarios voluntarios. Esta gente anónima que ayuda al desarrollo del Refugio Provida es la que consigue que toda la ayuda pueda llegar a las madres y que las acciones del Refugio se den a conocer. Por eso, desde el Refugio Provida solicitan aún más ayuda, que les permita ayudar a más madres y continuar trayendo más niños al mundo.

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