
El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus
La OMS anuncia un tratado para mejorar la respuesta ante futuras pandemias con el respaldo de más de 190 países
Este tratado establece las principales líneas de actuación tanto a nivel nacional e internacional para establecer una respuesta equitativa y solidaria a nivel global
Tras tres años de negociaciones, los miembros de la Organización Mundial de la Salud han aprobado un acuerdo histórico para mejorar la respuesta ante futuras pandemias.
El director general, Tedros Ashanom Ghebreyesus calificaba el acuerdo como un hecho histórico. «Los Estados miembros de la OMS han dado un gran paso adelante en sus esfuerzos por conseguir un mundo más seguro frente a las pandemias, al elaborar un proyecto de acuerdo que se debatirá en la próxima Asamblea Mundial de la Salud, en mayo», firmaba la organización en un comunicado.
Este tratado establece las principales líneas de actuación tanto a nivel nacional e internacional para establecer mecanismos de prevención y de respuesta, poniendo el foco en la solidaridad con los países con menor capacidad de desarrollo. Los pactos formarán una red global de suministro y logística en busca de un acceso equitativo, rápido y asequible a cualquier tipo de productos para enfrentar y controlar enfermedades, así como los elementos básicos en casos de crisis.
En las últimas etapas de las negociaciones, algunos diplomáticos lamentaron que muchos de los compromisos fueran de carácter voluntario. Sin embargo, aceptaron esa condición para no irse «con las manos vacías».Pretenden que la cadena sea transparente en su totalidad, coordinando las reservas internacionales existentes para que no existan «reservas nacionales excesivas» de los productos vitales.
Varios países ricos que acapararon vacunas durante la covid-19 y almacenaron cantidades que incluso superaban sus necesidades nacionales inmediatas luego tuvieron que deshacerse de estas existencias cuando los lotes llegaban a su fecha de vencimiento, mientras que a los países pobres las vacunas llegaban a cuentagotas.
Asimismo, el tratado establece un nuevo mecanismo de acceso y participación en los beneficios que se obtengan de los patógenos compartidos en un sistema existente y que gestiona la OMS.
«El acuerdo no es perfecto»
El gran cambio que se quiere lograr con respecto a la situación que prevaleció durante la pandemia es que las farmacéuticas que accedan a esos patógenos —a partir de los cuales se puede investigar y desarrollar vacunas y tratamientos— asignen un 20 % del producto que manufacturen a la OMS, la mitad como donación y el resto a un precio asequible, para que la organización lo distribuya donde las necesidades sean más urgentes.
Al estallar la última pandemia, varios gobiernos de países desarrollados financiaron a la industria farmacéutica y de biotecnología para acelerar el desarrollo de una vacuna y tratamiento, pero no hubo un retorno de esa inversión y, una vez que la vacuna estuvo lista, tuvieron que negociar con las firmas productoras su adquisición.
El acuerdo alcanzado hoy pretende evitar que algo así no se repita y para ello señala por primera vez que la financiación de la investigación y desarrollo de nuevos tratamientos, diagnósticos o vacunas con fondos públicos debe hacerse en condiciones que garanticen un beneficio para el bien común.
«Esto significa que la próxima vez que una pandemia golpee y que con el dinero de los contribuyentes se desarrolle una medicina muy costosa, los gobiernos podrán intervenir en beneficio de sus ciudadanos y de gente en todo el mundo», comentó a EFE la directora de la ONG Iniciativa por Medicamentos para Enfermedades Olvidadas, Michelle Childs.
«El acuerdo sobre pandemias no es perfecto; es producto de un compromiso, y no se han cumplido todas las ambiciones, pero crea una nueva base sobre la que construir para salvar vidas durante la próxima emergencia sanitaria mundial», recalcó.
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras ha acogido «con satisfacción varios elementos positivos» porque, además de cuestiones prácticas, «envían una señal fuerte de solidaridad mundial y muestra un compromiso colectivo con una gobernanza inclusiva y responsable».
Pidió a los Estados que ahora conviertan los compromisos en acciones porque esa será la única forma de dar sentido a este acuerdo.