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Vista general de los daños producidos por el incendio en Villardeciervos (Zamora), en la sierra de la CulebraEFE

Incendio

La España vaciada, ahora calcinada: ¿han fallado las instituciones ante las llamas?

El espectacular incendio en la Sierra de la Culebra, un extenso territorio en el corazón de la provincia de Zamora, donde han ardido unas 25.000 hectáreas, supone otro clavo en el ataúd de eso que han venido a llamar la 'España vaciada'.

La plataforma ciudadana 'Soria Ya' denunciaba en la red social Twitter que eran muchas las zonas «de la España vaciada» las que sufrían «más incendios forestales» por la falta de medios humanos, materiales y mantenimiento del monte.

Por su parte, 'Zamora viva', denunciaba en su perfil que «somos la España vaciada, ahora calcinada y olvidada». Un lema esclarecedor.

La tragedia amenaza con tener consecuencias. Lo primero es controlar las llamas y permitir el regreso seguro de los evacuados, pero una vez suceda, será momento de depurar responsabilidades. ¿Han fallado las instituciones ante el fuego?

Bastaba seguir la actividad de algunas redes sociales para comprobar que, si bien se ha hecho todo lo posible a nivel humano para apagar el fuego, parece que no se ha llevado a cabo de la manera más efectiva posible.

El presidente de la Diputación de Zamora, Francisco José Requejo (Ciudadanos), reclamó al Gobierno autonómico de Castilla y León mayor rapidez: «Junta, faltan efectivos. Haced algo de una vez, se nos quema la provincia».

Plan económico especial

Los vecinos de los 18 pueblos de las comarcas de Aliste y alrededores de la Culebra que han sufrido desalojos a causa del fuego han mostrado su indignación, denunciando la falta de medios para afrontarlo

El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, anunció, quizás en un intento de calmar los ánimos, un plan económico especial que compense los daños del incendio forestal de Zamora, que ya es el más grande de la historia en la Comunidad.

El dirigente castellanoleonés comentó que había mantenido una conversación telefónica con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El socialista se comprometió a ayudarle en todo lo posible: «Le he transmitido que el Gobierno de España va a seguir ayudando a Castilla y León con todos los medios a nuestra disposición».

Vista general de los daños producidos por el incendio en Villardeciervos (Zamora), en la sierra de la CulebraEFE

En ese sentido, el despliegue ha sido espectacular. Los medios del MITECO (Ministerio de Transición Ecológica) que operan en la zona incluyen cuatro BRIF (Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales), con 130 profesionales. La UME, dependiente de Defensa, tiene sobre el terreno 376 militares, 129 vehículos terrestres, dos helicópteros, 29 autobombas y cinco nodrizas.

Pero las aguas seguían bajando movidas. El exvicepresidente de Mañueco, el diputado de Ciudadanos Francisco Igea, también le criticaba: «En política, cuando toca gestionar desgracias, lo que no puedes hacer es no dar la cara. Informar cada día, cada mañana y cada tarde si es preciso. Ser transparente y ponerse en la piel de los demás. Lo de estos días no es solo negligente, es desolador».

La hemeroteca

Los ánimos también están caldeados contra el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, por unas declaraciones anteriores.

Así, en 2021 aseguró que el operativo contra incendios de Castilla y León era el más «eficaz» y «eficiente» de España.

En 2018, en el transcurso de una entrevista con el Diario de Valladolid, declaró que «mantener el operativo de incendios todo el año es absurdo y un despilfarro».

Muchas causas, una sola consecuencia

Mientras se aclara la actuación de las administraciones en esta catástrofe, se sabe que la principal responsable de lo sucedido fue una tormenta seca.

​A diferencia de lo que ocurre en más del 90 % de los incendios forestales, este no tuvo su origen en la mano del hombre.

​Algunos de los rayos impactaron en los pinares de la zona y produjeron el efecto denominado rayo latente, por el que el árbol comienza su combustión desde el interior de forma lenta y sin humo hasta que horas después, incluso hasta dos días más tarde, en condiciones de baja humedad, el fuego se manifiesta en la parte externa del árbol de forma repentina.

​El incendio se produjo en plena ola de calor, con temperaturas que han superado en algunos casos los 40 grados centígrados y que se han mantenido en valores altos también por la noche, lo que no ha ayudado a refrescar la zona, como tampoco lo ha hecho la baja humedad ambiental de las últimas jornadas.

​El otro aliado meteorológico del fuego de la Sierra de la Culebra ha sido el viento, cambiante y con rachas de 40 kilómetros por hora.