Australia multará con hasta 7.000 euros a quienes suministren pajitas de plástico
La prohibición incluye cubiertos, platos y vasos de un solo uso así como bastoncillos para los oídos y productos cosméticos que contengan microplásticos
La guerra abierta contra el plástico continúa en todo el planeta. La producción e incineración de este material contribuye en gran medida al cambio climático, además de que sus residuos tardan años en descomponerse y contaminan océanos, matan la vida silvestre y se infiltran en nuestra cadena alimentaria.
Por ello, el estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado de Australia, ha ampliado la prohibición de plásticos de un solo uso –como platos, pajitas y demás cubertería de plástico– con multas de hasta 11.000 dólares australianos (unos 7.000 euros) para aquellos comerciantes que suministren estos productos.
Esta medida sigue la de prohibir bolsas de plástico ligeras aprobada el pasado junio, con la que se puede multar hasta con 275.000 dólares australianos (178.000 euros) a los establecimientos que continúen distribuyendo este tipo de artículos.
«Los envases de plástico y los llamados artículos de plástico de un solo uso representan el 60 % de toda la basura en Nueva Gales del Sur», cuya capital es Sídney y hogar de 8,1 millones de habitantes –alrededor del 32 % de toda la población del país–, apunta en su portal la Autoridad regional de Protección Ambiental (EPA).
Aunque esta institución no ha detallado la manera de aplicar las sanciones, un portavoz declaró al portal 7News que se impondrán multas de hasta 1.100 dólares australianos (714 euros) en el momento y la cantidad podría elevarse hasta los 11.000 dólares si el vendedor que las suministra es llevado a juicio.
La prohibición incluye objetos como las pajitas de plástico, los cubiertos, platos y vasos de un solo uso, así como recipientes de poliestireno para comida, bastoncillos de plástico para limpiarse los oídos y champús y productos cosméticos que contengan microplásticos.
Esto forma parte del plan gubernamental para eliminar los productos plásticos para el año 2025. El actual gobierno laborista, que se impuso en las elecciones de mayo, ha dado un giro en materia de conservación y se ha comprometido a dar pasos más ambiciosos en políticas contra la crisis climática, frente al inmovilismo del anterior ejecutivo.