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Estela de un avión en el cielo

¿Por qué ahora se observan más estelas en el cielo que hace 40 años?

La Aemet responde a la teoría de la conspiración de los 'chemtrails', que afirma que se deben a agentes químicos o biológicos​ rociados por los aviones

En los últimos meses ha proliferado, especialmente por redes sociales, la creencia de que el Gobierno está manipulando el clima. Aquellos que suscriben esta teoría afirman que las estelas que se pueden ver en el cielo son consecuencia de aviones que expulsan productos químicos para alterar los eventos meteorológicos.

Se trataría, según afirman estas personas, de gases que emiten los aviones y que son capaces de hacer cambiar el clima, enfermar a la población e incluso controlar a la natalidad. Quienes defienden esta teoría de la conspiración, llamada chemtrails, acusan directamente a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de estar detrás de todo ello. Las especulaciones se incrementaron cuando, el pasado mes de abril, la agencia publicó en su blog un post en el que se explicaba en qué consistía la modificación artificial del tiempo y donde posteriormente se aclaró que no se participa en este tipo de proyectos.

  1. Algunos de ellos acompañan estas afirmaciones con fotografías del cielo donde se pueden ver estas estelas de condensación que, según explican los expertos en la materia, se deben simplemente al rastro que dejan los aviones comerciales.

Benito Fuentes, meteorólogo en la Aemet y miembro de la Asociación Meteorológica Española (AME) ha querido salir al paso de estas acusaciones para explicar por qué vemos más estelas de aviones ahora que hace 40 años. Según Fuentes, esto se debe fundamentalmente a tres factores: comercial, psicológico y físico.

En primer lugar, el experto argumenta que el tráfico aéreo «casi se ha quintuplicado» en las últimas cuatro décadas, por lo que es normal que las estelas que dejan los mismos también hayan aumentado. En segundo lugar, existe un factor psicológico que consiste en la atención selectiva a ciertos estímulos mientras se ignoran otros.

Con esto quiere decir que las redes sociales contribuyen a «reforzar la obsesión» al ofrecer contenido relacionado con el que se busca. Y ofrece otro ejemplo: «si mañana la gente se obsesionase con perros marrones, de repente empezaríamos a ver perros marrones a todas horas» debido a que le prestaríamos más atención.

Por último, Fuentes subraya que hay un factor físico consecuencia de que la eficiencia de los motores de los aviones ha aumentado, por lo que «el vapor de agua sale de la turbina a una temperatura menor, de modo que existen entornos que hoy sí favorecen la formación de estelas pero que hace 30 o 40 años no».

Consenso científico

Un estudio de la Universidad de California, presentaba la
opinión de 77 científicos expertos en química atmosférica o en geoquímica. 76 de ellos no encontraron ninguna evidencia de un programa atmosférico secreto de gran escala, y el número 77 refirió, como única evidencia que no podía explicar, altos niveles de bario atmosférico en una zona remota sobre un terreno con bajos niveles de bario.

Realización en el pasado

La Aemet sí ha reconocido que, entre los años 1979 y 1981, la agencia estatal participó en el proyecto de investigación más importante que se ha llevado a cabo en España al respecto. Cofinanciado y con la participación de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), tuvo lugar en la cuenca del Duero bajo el nombre 'Proyecto de Intensificación de la Precipitación'.

Sin embargo, recalca que en la actualidad «no participa en ningún tipo de proyecto operativo de modificación artificial del tiempo». Concluye, además, que no existe «ningún tipo de evidencia» que confirme estas especulaciones y anima a la población a informarse de forma correcta con el fin de evitar bulos y teorías que «no tienen ningún fundamento científico».

Pero este tema ha llegado ya hasta la Fiscalía. Según informó la Cadena Ser, el órgano ha recibido denuncias de ciudadanos en las que aseguran que el gobierno es el responsable de una supuesta fumigación, aunque estas no han prosperado debido a la «falta de indicios».

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