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Ejemplo de residuos hallados en el mar

Medio Ambiente

El gran problema de los residuos marinos: más de 1.800 toneladas de basura extraídas de nuestras aguas

El proyecto Mares Circulares cumple cinco años en los que se han realizado 456 actuaciones en playas y entornos acuáticos gracias a 34.198 voluntarios

Se calcula que entre el 15 y el 40 por ciento del plástico producido en el mundo termina cada año en los mares donde, además, tarda cientos de años en descomponerse. Una situación que se está intentando modificar en los últimos años para revertir este problema que afecta directamente al medio en el que vivimos.

Un ejemplo de estos esfuerzos es el proyecto Mares Circulares, impulsado por la compañía Coca-Cola, que cumple ahora cinco años y arroja unos datos sorprendentes: gracias a los más de 34.000 voluntarios y las 811 monitorizaciones realizadas, se han podido recoger nada menos que 1.880 toneladas de residuos, entre los que se encuentran 19,6 toneladas de PET (polyethylene terephthalate), el tipo de plástico más utilizado en los envases de bebidas y las prendas textiles.

Unos números que hacen evidente el drama en el que viven los mares como consecuencia de la intervención –y dejadez– humana a lo largo de los años. Se han realizado 456 actuaciones en playas y entornos acuáticos en las que se han implicado cada año 17 puertos y 125 barcos pesqueros en toda España que, además de realizar su trabajo, se han dedicado a pescar la basura reside en nuestras aguas.

Carmen Gómez-Acebo, directora de Sostenibilidad de Coca-Cola Europacific Partners, quiso subrayar en la presentación de estos resultados en Bayona (Pontevedra) la participación de las 1.269 ONG, organismos y entidades implicadas, tanto públicas como privadas, que han contribuido a «contar con una gran cantidad de información que, sin duda, es de gran valor para la comunidad científica».

La Xunta de Galicia, asimismo, ha contribuido en este proyecto para que «la Galicia verde y azul se conserve y se pase a nuestros descendientes», según ha afirmado Sagrario Pérez Castellanos, directora general de calidad, sostenibilidad y cambio climático del gobierno gallego. Y es que el sector primario y, más concretamente, la pesca, es uno de los principales sectores socioeconómicos de la región.

Una de las conclusiones que se propone desde la Xunta es que las tasas por contaminar no son la solución, ya que las grandes empresas pagan la multa sin hacer esfuerzos para solucionar el problema. Pérez Castellanos propone, por ende, la bonificación por buenas prácticas y conseguir «que la acuicultura y la pesca se conviertan en actividades secuestradoras de carbono. En Galicia llevamos años rebajando las emisiones de efecto invernadero, pero somos la primera en captación de carbono».

Productos de los años 60

Un claro ejemplo de que la mano del hombre lleva años descuidando su entorno son los productos que se encuentran tanto en la superficie marina, gracias a la pesca artesanal o de bajuna, como en las profundidades, con la pesca de arrastre. Entre los objetos encontrados, como es el caso de la foto que ilustra este texto, se encuentran aletas, latas, botellas de cristal, redes o toallitas de baño. Los arrastreros, por su parte, han llegado a encontrar lavadoras, neumáticos, impresoras, carritos de la compra, así como productos procedentes de la actividad pesquera.

Según explica Rubén Rodríguez, de la Asociación Vertidos Cero, llama la atención que muchos de los objetos encontrados tienen un origen y fecha que demuestran lo lejos que llega la contaminación de los mares. Desde productos que se dejaron de comercializar en los años 60 a otros que vienen de lugares como Nueva Gales del Sur, en nuestras antípodas. Una prueba de que esta basura tarda cientos de años en descomponerse.

Bancos de plástico reutilizado

El plástico PET obtenido durante las limpiezas de playas y entornos acuáticos formará parte de la primera botella de esta marca de refrescos con un 25 % de plástico marino apta para su uso alimentario. Pero además se ha logrado dar una segunda vida al plástico no PET (como restos de redes, bolsas o film) recuperado por más de 500 pescadores de 104 barcos procedentes de 17 puertos. Su reutilización es posible gracias a una tecnología impulsada en colaboración por varias asociaciones colaboradoras de Mares Circulares.

Ejemplo de banco realizado con residuos plásticos del mar en el Puerto de Bueu

El primer ejemplo son los 17 bancos elaborados de forma artesanal con entre un 30 % y un 50 % de este plástico recogido. Para ello, se han procesado alrededor 5,2 toneladas de basura marina recuperada en 2022. Estos bancos se han instalado en los puertos que han colaborado en esta iniciativa, como el de Bueu (Pontevedra), El Musel (Gijón) o el de Santoña (Cantabria).

Con esta iniciativa se da salida a todos los residuos rescatados y es que, según explica Estíbaliz López-Samaniego, de la Asociación Vertidos Cero, «hay un montón de ellos que son huérfanos, como los que llegan mezclados, que no quiere nadie y acaban, con suerte, en la incineradora o en el vertedero».

Pasos a seguir en el futuro

En la segunda parte del proyecto, que denominan «lo importante», se busca sensibilizar, concienciar y formar a la ciudadanía en materia de economía circular y conservación. Tal y como afirman, en estos cinco años, se han formado 73.189 personas en 210 municipios y se han celebrado tres jornadas científico-técnicas en universidades.

El tercer pilar se centra en apoyar y premiar la investigación y las empresas que contribuyen a eliminar, tratar o reutilizar estos residuos. En las cinco ediciones del Premio Mares Circulares se han reconocido 14 estudios científicos de diferentes universidades, entre las que está el CEU Cardenal Herrera, y seis start-ups entre las que se encuentran investigaciones que proponen utilizar los residuos de las toallitas húmedas recogidos en las playas para transformarlo en carbón activo; la reutilización de redes de pesca procedentes de residuos marinos en redes de canastas de baloncesto y porterías; o el desarrollo de tecnología para reciclar envases multicapa.