Para qué sirven las tierras raras, los 17 elementos clave en la actualidad
China tiene el control de estos metales, pero el hallazgo hace unos meses de un yacimiento en Suecia podría cambiar el panorama internacional
Se han convertido en esenciales en el mundo en el que vivimos, llegando a ser materiales muy codiciados y fuente de tensiones entre potencias internacionales. Las tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos, en su mayoría escasos, situados en la corteza terrestre.
Están formados por lantano (La), cerio (Ce), praseodimio (Pr), neodimio (Nd), prometio (Pm), samario (Sm), europio (Eu), gadolinio (Gd), terbio (Tb), disprosio (Dy), holmio (Ho), erbio (Er), tulio (Tm), iterbio (Yb), lutecio (Lu), escandio (Sc) e itrio (Y).
Tal y como explica en su libro Las tierras raras el doctor en Química Ricardo Prego Reboredo, estas empezaron a descubrirse a finales del siglo XVIII, pero no sería hasta después de la II Guerra Mundial cuando se comenzó a avanzar en sus aplicaciones.
Desde entonces, el mundo ha cambiado y la sociedad actual depende de ellas para objetos habituales del día a día. Es China quien tiene un mayor control sobre estos metales, hasta el punto de que el 98 % de las tierras raras utilizadas en la Unión Europea (UE) en 2021 se importaron del gigante asiático. Una situación que podría cambiar en los próximos años, ya que a principios de este 2023 se halló en Suecia el mayor depósito de tierras raras de la UE, que contiene 585 millones de toneladas de mineral.
Para qué se utilizan
Pero, ¿por qué son tan importantes estos elementos? Desde hace unos años para acá se han vuelto imprescindibles para la fabricación de nuevas tecnologías. Es el caso de los coches eléctricos, cuyas baterías necesitan lantano, o los paneles solares, que se realizan con iterbio.
De igual forma, otros dispositivos electrónicos necesitan de este tipo de materiales, como los ordenadores, los teléfonos móviles inteligentes o las cámaras de vídeo. El itrio, por ejemplo, se encuentra también en las pantallas LCD y, en el caso de las LED, a menudo contienen europio y cerio, esenciales para la producción de luz de alta calidad y eficiencia.
El litio o el vanadio son necesarios también para la producción de placas solares, pilas de combustible o como parte de los sistemas de almacenamiento de hidrógeno, todo ello imprescindible para generar energía limpia, en continuo crecimiento desde hace un tiempo.
No obstante, otros objetos cotidianos no tecnológicos también incluyen alguno de estos metales. Es el caso de los billetes de euro, en los que existen unas marcas para evitar las falsificaciones que está formada por europio y tulio. Asimismo, el escandio está presente en los cuadros de las bicicletas, las cañas de pescar, los palos de golf o los bates de béisbol.
El reto: reducir la dependencia de China
La Comisión Europea estima que la demanda de estos elementos será 26 veces superior a la cantidad actual para el año 2030, por lo que urge avanzar en el autoabastecimiento para dejar de depender de China.
Las alarmas ya saltaron cuando en 2010 China cerró el grifo de tierras raras a Japón a raíz de un conflicto territorial, algo que el país nipón solucionó diversificando su cadena de producción. En el caso norteamericano, no llegó a materializarse, pero provocó el temor en 2019, en medio de la reciente guerra comercial entre las dos potencias.