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Un aerogenerador sin palas ya instaladoVortex

Qué son los aerogeneradores sin palas y cómo funcionan

La eólica continúa en crecimiento y este modelo, que desarrolla una startup española, podría solucionar algunas de las desventajas de esta renovable

La energía eólica se consolidó en 2022 como la primera tecnología renovable en el sistema eléctrico, según destacó la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Conforme a las estimaciones de Red Eléctrica de España (REE), la eólica finalizó el año siendo la primera tecnología renovable y alcanzando un récord de generación en el año con más de 61.000 GWh.

Sin embargo, uno de sus principales problemas es su impacto ambiental. Su instalación repercute tanto visualmente como para los animales que habitan en ese entorno. Es habitual que los pájaros mueran por el impacto con las palas de los aerogeneradores o su hábitat se vea alterado. De igual manera, puede producir perturbaciones en las zonas de cría durante la temporada de anidamiento y su ruido también puede afectar a las aves.

Un problema que podría tener una solución. Al menos eso es lo que creen desde Vortex, la startup española que está desarrollando esta novedad: un aerogenerador sin palas, engranajes ni ejes, «pero basado en condiciones de viento, materiales e instalaciones similares a la energía eólica que todos conocemos», según explican.

Estos innovadores molinos están compuestos por un cilindro que oscila al impactar sobre él el viento y que recibe el nombre de Vortex Induced Vibration (VIV). Este movimiento genera energía mecánica que se transforma en energía eléctrica con la ayuda de un alternador.

Ejemplo de un aerogenerador sin palasVortex

Los dispositivos son, según comentan sus diseñadores, simples en concepto y permiten una fácil fabricación, instalación y funcionamiento. Están formados por una base fija y un mástil cilíndrico que oscila libremente perpendicular a la dirección del viento, unido por una varilla de carbono. Las piezas interiores nunca chocan entre sí, sino que interactúan para generar electricidad.

En cuanto a su composición, es similar a la de un aerogenerador tradicional: están hechos de resina reforzada con fibra de carbono o fibra de vidrio. En la práctica, se trata de una especie de poste vertical de unos 2,75 metros, cuya forma le ha dado el sobrenombre de skybrator, o vibrador del cielo.

Mínimo mantenimiento

Sus impulsores defienden que, al no contar con aspas u otros elementos móviles, su mantenimiento es mínimo y su funcionamiento muy silencioso. Esto hace que sean perfectos para colocar en azoteas de edificios, al igual que se hace ya con los paneles fotovoltaicos.

No obstante, afirman que esta tecnología también puede aprovechar las zonas de instalación de la eólica tradicional y escalarse «para aportar sus propias características a la producción de gran escala en los clásicos parques eólicos y la generación off-shore».

La tecnología está aún en desarrollo, por lo que no se espera que a corto plazo sustituya a los aerogeneradores tradicionales. Además, genera un 30 % de la energía que es posible obtener de un molino convencional, motivo por el cual está indicado para el autoconsumo.