Transformar toallitas en carbón activo, una forma de tratar los residuos que inundan nuestros mares
El producto resultante sirve para la depuración de bivalvos y la absorción de contaminantes y patógenos microbiológicos de las aguas
A pesar de que la ciudadanía y las empresas están más concienciadas que hace unos años en reducir residuos y en ser más cuidadosos con el medio que nos rodea, las aguas del mundo y de España continúan devolviéndonos basura. Los plásticos o las toallitas higiénicas –que se tiran erróneamente al inodoro– son los restos que más abundan en nuestros mares.
Por ello, instituciones públicas y privadas se dan la mano para combatir esta situación. Es el caso de la iniciativa llevada a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de Málaga (UMA) que recibió el primer premio Mares Circulares en el año 2021. Esta es una iniciativa de Coca-Cola, que promueve la limpieza de costas, fondos marinos y otros espacios acuáticos, la sensibilización y formación ciudadana, así como el fomento de estudios y start-ups que proponen soluciones de economía circular.
El estudio premiado, liderado por el profesor del Área de Cristalografía y Mineralogía Francisco Franco, consiste en transformar toallitas húmedas que se hallan en mares y playas en carbón activo.
Un trabajo con el que se propone utilizar las toallitas rescatadas en las limpiezas de playas de la Costa del Sol y en Estaciones Depuradoras de Agua Residual (EDAR) para «sintetizar nanomateriales con actividad antimicrobiana a través de un proceso de modificación química», según explican.
Paco Franco explicaba en el balance de los cinco años de Mares Circulares –celebrado el 1 de junio en Bayona (Pontevedra)– que estas toallitas «llegan al mar con una gran carga microbiológica y contaminan las aguas». De igual manera, comenta que, en ocasiones, la antigüedad de los residuos provoca que incluso la vegetación, como algas filamentosas, termine creciendo sobre ellos.
Algo que han atajado mediante la transformación de estas toallitas, que se acumulan en mares y playas, en carbón activo. Un proceso que ha sido posible al realizar una serie de reacciones pirolíticas, que son descomposiciones químicas por calentamiento a altas temperaturas, pero en ausencia de oxígeno.
Este carbón activo resultante puede utilizarse para la depuración de bivalvos y la absorción de contaminantes y patógenos microbiológicos de las aguas. Asimismo, puede actuar como un «absorbente selectivo», captando, por ejemplo, mercurio, con lo que puede mejorar la calidad del entorno.
Sagrario Pérez-Castellanos
«El primer Ministerio de Medio Ambiente de este país lo hizo un gobierno del Partido Popular»
El problema de las toallitas
Este producto higiénico está generando no solo contaminación en nuestro entorno, sino también atascos y averías al colapsar las alcantarillas y tuberías. Solo el Ayuntamiento de Valencia, por ejemplo, se gasta al año 8,5 millones de euros en retirar las cuatro toneladas de toallitas que se tiran por el retrete en la capital del Turia.
Tal y como afirma Franco, las toallitas son un problema mayor que los plásticos en el litoral de Málaga: «Esa toallita llega al mar por nuestra culpa y después vamos al mar y nos quejamos que el ayuntamiento de turno permite que los residuos no lleguen al mar. Si todos utilizásemos una papelera, no habría ningún problema».