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Embalse Casa de Piedra, en Argentina

El Niño favorece la recuperación de un embalse argentino tras 12 años de sequía

El pantano de Casa de Piedra ha aumentado significativamente su caudal gracias a las lluvias torrenciales que se están produciendo en la zona

Mucho se está hablando ya del fenómeno El Niño que, según la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) ya comenzó a principios del pasado mes de junio. Este propicia fenómenos climáticos extremos y se caracteriza por el calentamiento de la superficie del océano Pacífico oriental ecuatorial.

Aunque se produce, como promedio, cada dos a siete años y, por tanto, entra dentro de la normalidad, sus efectos pueden afectar notablemente a la población causando una variedad de impactos tales como aumentar el riesgo de fuertes lluvias y sequías en algunos lugares del mundo.

Es lo que está ocurriendo ya en algunas zonas, como es el caso de La Pampa argentina. Allí, las fuertes lluvias acontecidas en los últimos días han hecho que el río Colorado haya crecido con fuerza y un embalse de la zona, el de Casa de Piedra, haya visto aumentar su capacidad después de 12 años de sequía.

La situación de este pantano era especialmente preocupante, y es que desde 2011 hasta la actualidad ha perdido la mitad de su volumen. Las precipitaciones de estas jornadas, sin embargo, han hecho que su cota haya subido un metro y medio, a 273,5 metros sobre el nivel mar (msnm), pero continuando por debajo del mínimo normal, que es de 275 msnm.

La situación del embalse es crítica, y es que suelta más agua de la que recibe desde hace años. «Este aporte nuevo de agua es bueno, estamos mucho mejor que hace un mes atrás, pero lejos de la solución», comentaba al medio local Río Negro Gustavo Campetella, ingeniero y jefe de la central hidroeléctrica.

Como agua de mayo

Estas lluvias llegan en uno de los peores momentos históricos. Y es que los bajos niveles han obligado a la central hidroeléctrica que abastece a estar fuera de servicio desde el pasado mes de marzo y, al menos, hasta agosto. Por ello, la ambición de autoridades, vecinos y de la compañía que explota la central es que durante este tiempo se acumule la mayor cantidad de agua posible.

Como también ocurre en algunas zonas de España, esa área argentina sufre un fuerte déficit hídrico. Además de para producir energía –Casa de Piedra genera electricidad para la zona metropolitana de Buenos Aires, sobre todo en los meses de verano–, el embalse abastece al sur de la provincia bonaerense, que cuenta con 130.000 hectáreas agricultura y ganadería. Es, por tanto, insuficiente para garantizar estas actividades, algo que ha alentado las presiones para que se realice un trasvase de agua desde el río Negro.

Un nivel de precipitaciones que no se registraba en la cuenca del Colorado desde hace años, motivo por el cual se atribuye a los efectos del fenómeno El Niño. Este evento climático lo que está haciendo es generar un escurrimiento notable en las zonas de aporte y un aumento significativo en los caudales de los ríos Grande y Barrancas, que se traslada posteriormente al Colorado y, finalmente, al embalse de Casa de Piedra, motivo por el que incrementa el volumen de agua embalsada.

Agua en vez de nieve

La principal vía de llenado del río Colorado, que abastece al embalse, es gracias a las nieves que se producen en invierno. Sin embargo, este año su principal fuente de serán las lluvias torrenciales que llevan varias semanas produciéndose y parece que continuarán.

Según explicó Néstor Lastiri, director de Recursos Hídricos, a InfoPico Radio, desde las diferentes instituciones estaban preparados para recibir el agua, enfatizando que no causaría inconvenientes, sino que «proporcionaría un excedente de agua de otra fuente». La última vez que se produjo una crecida del río Colorado similar fue en 2008, poco antes de la crisis hídrica que afectó la región.