¿Qué es la canícula que comenzó en España el 15 de julio?

En los últimos días se ha destacado que España ha entrado en la llamada canícula. Un término concreto que, sin embargo, genera dudas y en ocasiones se utiliza de manera incorrecta. Los propios medios han titulado «la canícula llega para quedarse» o «la Aemet alerta de una nueva intrusa este verano», matices que no son del todo veraces.

Y es que la canícula no es más que el período en el que estadísticamente hace más calor del año, que está comprendido entre el 15 de julio y el 15 de agosto aproximadamente, pudiendo variar en función de la localidad.

Tal y como informan desde Eltiempo.es, el motivo de que no empiece exactamente con el inicio astronómico del verano se debe a varios factores: el Sol se encuentra muy alto a principios de verano, la radiación solar hace que la Tierra ya esté recalentada y por el efecto termorregulador de los mares y océanos.

Aunque a comienzos de verano las horas de luz son mayores, la temperatura de la superficie del mar no es muy elevada, por lo que tiene poco calor acumulado y actúa como termorregulador de la temperatura del aire de las zonas costeras próximas.

La canícula de 2023 ha comenzado, como estamos viendo, con una nueva ola de calor, la tercera de este verano. A pesar de que este nuevo episodio solo va a durar tres días, será lo suficientemente intenso como para que se superen los 44 grados en Córdoba o Jaén, los 43 en Jaén y Ciudad Real o los 42 en Sevilla, Granada y Toledo.

Esto, no obstante, no quita que las olas de calor no se puedan producir fuera de la canícula. De hecho, los dos episodios que han precedido a la actual se produjeron a finales de junio y a principios de julio, ambos fuera del período en cuestión.

Origen del nombre

El término deriva de la palabra canes (perros) y alude a la constelación Can Mayor/Canícula y su estrella Sirio, «La Abrasadora», cuyo orto helíaco coincidía con el fenómeno de calor abrasivo. Así lo ratifica, tal y como recoge Wikipedia, el astrónomo Joachim Herrmann (1986): «Su primera salida, es decir su reaparición como estrella visible en el cielo de la mañana después de su período de invisibilidad, coincidía hace algunos siglos con los días más calurosos. De ahí proviene el calificativo de días perros».

En el pasado incluso existía la creencia popular de que cuanto más brillara la estrella Sirio más calor se experimentaría los días siguientes. Y lo cierto es que muchos de los récords de temperatura a nivel nacional se han registrado durante este lapso de tiempo.

Es el caso, tal y como recuerdan desde Eltiempo.es, de los 42 ºC que se vivieron el 31 de julio de 2013 en Amieva-Camporriondi (Asturias), el máximo valor jamás alcanzado en el Principado. Igualmente, el 23 de julio de 1995 se registraron 46,6 ºC en los aeropuertos de Córdoba y Sevilla o 45 ºC en Badajoz el 1 de agosto de 2003.