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Vista de La Viñuela, el mayor embalse de MálagaEFE

El Gobierno destinará casi 12.000 millones para sequía y 3.000 para digitalización del agua

Ribera ha explicado que el 14,6 % del territorio español está en emergencia por sequía, mientras el 27,4 % está en alerta debido a que la precipitación medial global se encuentra un 17,1 % por debajo del valor normal

El Gobierno invertirá 11.839 millones de euros para impulsar la desalación y la reutilización de agua, así como la eficiencia en el uso del recurso, a través de la mejora de las conducciones e infraestructuras de regulación, ante la situación de emergencia por sequía en el 14,6 % del territorio español.

Además, se sumarán otros 3.060 millones de euros del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de digitalización del agua, que impulsa el uso de nuevas tecnologías y «big data» y supondrá un avance cualitativo en la gestión del agua y las sequías, datos recogidos en el Informe sobre la Gestión de la Sequía en 2023.

Así lo ha señalado este martes la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico en funciones, Teresa Ribera, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que ha estado acompañada por la ministra portavoz en funciones, Isabel Rodríguez, y el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas.

Ribera ha explicado que el Informe de Gestión de la Sequía se ha presentado en el Consejo de ministros de este martes, en el que se recoge que el 14,6 % del territorio español está en emergencia por sequía, mientras el 27,4 % está en alerta debido a que la precipitación medial global se encuentra un 17,1 % por debajo del valor normal en relación a los mismos meses del periodo de referencia 1991-2020.

A pesar de que la depresión aislada en niveles altos (DANA) de la semana pasada ha supuesto un «alivio», según la ministra, la reserva de agua en los embalses se encuentra en el 37 % de su capacidad, con 20.734 hectómetros cúbicos (hm3), y con algunas de las cuencas en situación deficitaria de agua, como la del Guadalquivir (19,1 %) o las internas de Cataluña (23,2 %) las que afrontan una situación más grave.

La DANA ha proporcionado algo de humedad al suelo y ha permitido recuperar «cierto volumen» de almacenamiento, sin embargo, no ha mejorado los «problemas existentes», que empeoran con la crisis climática y que han puesto a España en «una situación de mayor vulnerabilidad» en comparación con otros estados de la UE.

Ante esta situación, según Ribera, el Gobierno, «consciente» de las necesidades hídricas en todo el territorio, y en el marco de los Planes Hidrológicos 2022-2027 invertirá 11.839 millones para impulsar la desalación y la reutilización de agua, así como la eficiencia en el uso del recurso, a través de la mejora de las conducciones e infraestructuras de regulación.

Es necesario realizar un «importante trabajo estructural» que garantice el suministro a los ciudadanos y a la actividad agraria, ha asegurado la ministra, y ha señalado que el año hidrológico que va de octubre a septiembre «ya empezó en mala condición» en septiembre de 2022.

Esto ha obligado a «mejorar los indicadores de los Planes de sequía en un año especialmente seco», con «apenas incidencias» en el suministro o en restricciones para el riego, salvo algunas localidades concretas, según Ribera, que ha asegurado que «se ha garantizado el agua para todos» a pesar de la sequía.

Sin embargo, esta situación «hay que hacerla compatible con el volumen de agua», por ello ha subrayado la «relevancia de la gestión del agua , con dos líneas en volumen de recursos especialmente importantes».

Se necesita «intervenir en supuestos de emergencia, como los vividos en el 2021-2022 y en este año, con medidas complementarias», como eximir del pago de cánones y tarifas o subvencionando el agua desalada, porque, además, ha sido necesario «minimizar el impacto en los sistemas productivos».

La ministra ha explicado que en estos días con la DANA, con una «situación compleja», se ha demostrado que aunque las precipitaciones caídas supongan que «llueve el mismo volumen de todo el año, no significa disponer de agua durante los doce meses ante la dificultad de retener todo el volumen de agua caída».

Sin embargo ha lanzado un «mensaje de tranquilidad» porque las previsiones apuntan que la «situación se normalizará con el periodo de lluvias» y se garantizará el suministro de agua.

Ha apuntado que a pesar de que ha habido «restricciones en el verano en algunas localidades de Andalucía, Castilla y León y Cataluña, el abastecimiento de agua ha estado asegurado» y las precipitaciones de la DANA permitirán un inicio de año hidrológico «con un alivio de esas restricciones».

No obstante, ha dicho, «es importante mantener todas las cautelas», y «anticipar los planes de sequía a la primavera», porque «las previsiones meteorológicas hacen prever la disponibilidad de agua», pero por medio de la alerta temprana se puede planificar y garantizar el suministro.