Bruselas vuelve a arriesgarse con el glifosato y busca reautorizar su uso en los herbicidas
La OMS había advertido de que este producto químico podía ser cancerígeno para los humanos
En el año 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló al glifosato, producto químico utilizado en los herbicidas, como «probablemente cancerígeno para los seres humanos». Pero esta advertencia no asusta a Bruselas, que acaba de anunciar que la Comisión Europea recomendará su reautorización durante los próximos 10 años.
La agencia de seguridad de alimentos de la Unión Europea, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), llegó hace poco a la conclusión de que ningún «elemento crítico» impide el uso de este producto, tras las investigaciones que ya se han efectuado.
Sin embargo, también reconocen que su análisis sufre lagunas respecto algunos datos, y que quedan algunas incertidumbres por resolver: por ejemplo, el impacto en la dieta de sus consumidores.
No habrá obligación
La autorización de la UE para el glifosato tenía previsto caducar en diciembre de 2022, pero se prorrogó temporalmente a la espera de más evaluaciones.
La medida es polémica, y genera críticas desde diversas esferas. Por ejemplo, Pascal Canfin, presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, ha denunciado la decisión por «contravenir el asesoramiento científico».
Los países miembros de la UE tendrán la oportunidad de estudiar la recomendación este viernes, con una votación programada para el 13 de octubre. Para que la autorización sea efectiva, es necesaria la aprobación de una mayoría cualificada de los Estados miembros.
Pero incluso si se vuelve a autorizar, los países tendrán la última palabra. Si la recomendación recibe luz verde, cada estado podrá decidir si comercializa productos que contengan glifosato, basándose en sus propias evaluaciones de riesgos agrícolas y medioambientales. Según fuentes, ya son 17 los Estados miembros que han planteado dudas técnicas sobre la decisión.
A pesar de que Francia y Luxemburgo habían barajado en el pasado restringir el uso de productos que contengan glifosato, el Ministro de Agricultura de Francia, Marc Fesneau, sorprendió la semana pasada al afirmar que su país respaldaría la decisión de la UE. «Confiamos en la ciencia, en los estudios que dicen que el glifosato no plantea problemas cancerígenos», declaró Fesneau.
Un peligro para la salud
No obstante, las organizaciones no gubernamentales no están tan convencidas. Piden a la Comisión que prohíba el glifosato debido a su riesgo para la salud humana y la biodiversidad.
La ONG Pesticides Action Network Europe señaló en un comunicado que la medida «contrasta fuertemente con la voluntad de los europeos», citando una encuesta de IPSOS en la que solo el 14% de los ciudadanos de seis países de la UE respaldaban la prolongación del uso de este producto.
Además, la propuesta de reautorización proviene de un grupo de compañías interesadas en que se readmita, conocido como Glyphosate Renewal Group, que incluye a Bayer, Syngenta y Nufarm. Aunque inicialmente buscaban una autorización máxima de 15 años, la Comisión Europea ha optado por un periodo de 10 años debido a los estudios en curso sobre la seguridad del producto.
Si en los próximos 10 años surgen pruebas que desafíen las conclusiones de la EFSA, la Comisión podría «reevaluar su aprobación». Así que, aunque la batalla por el glifosato pueda abrir un nuevo capítulo este mes, la polémica está lejos de cerrarse.