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Los agricultores denuncian que son incapaces de sufragar los costes de producciónFreepik

España, el país con más viñedos del mundo cuyos agricultores agonizan al no cubrir costes

La vendimia finaliza con un 15 por ciento menos de cosecha y una disponibilidad de vino de 67,3 millones de hectolitros, la cantidad más baja de las últimas seis campañas

Finaliza la vendimia de un año marcado por la sequía y las condiciones meteorológicas adversas –como las heladas, las granizadas o las tormentas– con un descenso del 15 por ciento en la producción de vino en la campaña 2023-2024, según los primeros datos avanzados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

La producción de vino estimada, unida a unas existencias de cierre de la campaña anterior de 36,5 millones de hectólitros, arrojan unas disponibilidades de vino para la nueva campaña de 67,3 millones de hectolitros, la cantidad más baja de las últimas seis campañas. La superficie plantada de viñedo a 31 de julio de 2023 es de 928.108 hectáreas, un 1 % inferior a la del año anterior.

Algo que, sin embargo, no ha venido del todo mal según explica a El Debate Fernando Ezquerro, presidente de la Organización Interprofesional del Vino Español (OIVE): «Si hubiéramos tenido una cosecha alta, nos hubiera complicado la situación más tal y como están los mercados, que no terminan de arrancar. La incertidumbre e inseguridad que estamos viviendo va en detrimento de la confianza del consumidor. A ello se suma que nosotros vendemos un producto que no es de primera necesidad, por lo que nos vemos aún más afectados», comenta.

Los agricultores, no obstante, se ven incapaces de sufragar los costes de producción y temen que la cadena se rompa por la parte más débil, que es el productor, algo que preocupa al sector. Por ello, sus representantes pugnan por subir el precio del vino.

Desde la Asociación de Industrias Vitivinícolas Europeas (AIVE), su presidente Lorenzo Delgado explica a este medio que la campaña ha finalizado en algunas zonas con el 40 y hasta el 60 % menos de producción que el año pasado, que a su vez fue un 25-30 % menor que el anterior.

Asegura, además, que el sector de la viticultura está «totalmente manipulado, especialmente en Castilla-La Mancha, que es de donde movemos la mayor producción de toda Europa». Delgado denuncia que en esa región llevan ocho años con un Gobierno que dice que ayuda a los pequeños, «pero es mentira, no dan ayudas debido a una cadena de puntos que se han inventado».

La situación es desesperante especialmente para los pequeños productores y las cooperativas, y es que según AIVE no pueden acceder al dinero público debido a las múltiples trabas burocráticas. «La administración ha hecho una encerrona porque, al permitirles no cumplir la ley de cadena alimentaria, ahora venden por debajo de los costes de producción, venden a pérdidas. Si cumplieran la ley, sabríamos dónde está el mínimo. Ningún sindicato ni político dice la verdad», denuncia Delgado.

Destilación del vino como solución

Una de las posibles soluciones es la destilación del vino, que permite aliviar la tensión en algunas regiones productoras con un nivel de existencias elevado. Lorenzo Delgado cree que podría ser una salida, especialmente para la variedad tinta, ya que la blanca tiene más usos. Al destilar se consigue alcohol vínico, «de buenísima calidad, con poco coste energético y poca contaminación medioambiental». Ese alcohol puede destinarse a la fabricación de vinagres, mistelas, vermús, geles o bebidas espirituosas.

Aprovecha para recalcar que, en ocasiones, el consumidor no sabe de dónde proceden los productos. «Cuando compran un vinagre en el que no pone a continuación 'de vino' significa que ese vinagre está compuesto por alcoholes industriales derivados de las aguas residuales. Un alcohol que debería ir a los combustibles y al disolvente, no al vinagre», señala.

Demanda de un plan estratégico

El presidente de Asaja Castilla-La Mancha, José María Fresneda, señala que, «más allá de las cifras de producción, el balance final de la campaña es que las explotaciones no tienen rentabilidad. Como consecuencia de muchos factores, especialmente del incremento de costes de producción y de los precios bajos, los viticultores están al límite».

Fresneda subraya que el sector del viñedo en la considerada como mayor bodega del mundo necesita un plan estratégico que contemple medidas estructurales para adecuar el modelo productivo a la demanda. «La uva da para mucho más que para hacer vino, hay otros subproductos necesarios en el mercado». Además, ha insistido en que «hace falta que se aplique la ley de la viña y del vino y que se haga cumplir la ley de la cadena alimentaria a rajatabla, hasta las últimas consecuencias, si queremos que el sector tenga recorrido».

Excepción en las comunidades del norte

Una situación que parece no haber afectado a las regiones del noroeste peninsular. Es el caso de Galicia y Asturias, cuyos dirigentes recalcan la extraordinaria cosecha que han recogido este año, debido sobre todo a la escasez de lluvias, que en este caso favorece a la vid.

El consejero asturiano de Medio Rural y Política Agraria, Marcelino Marcos, calificó de «fabulosa» la cosecha de uva y su vendimia esta temporada, consecuencia de la falta de precipitaciones. «Lo bueno para unas cosas es malo para otras», reconoció, remarcando los efectos negativos de la sequía en la producción de faba o la ganadería.

Con la temporada ya cerrada, Marcos destacó que la cosecha, tanto en calidad como cantidad, augura una producción «muy buena» de vino este año. «Para la uva ha sido un buen año», aseguró remarcando que la región deberá adaptarse al futuro y acostumbrarse a este tipo de producciones. «Tenemos que ser ingeniosos y avanzar hacia nuevas producciones de calidad», ha dicho.

En el caso de Galicia, se han recogido 76,8 millones de kilos de uva, la mayor cosecha en la última década y alrededor de un 9 % más que en 2022. Este año ha estado marcado por el récord histórico de Rías Baixas, con 44,3 millones de kilos, una denominación de origen que se pone el reto de duplicar el valor de sus ventas de aquí al año 2030. No obstante, las cinco denominaciones de origen se anotan un incremento de producción respecto a 2022, incluida Ribeira Sacra.

Ayudas del Gobierno

Este martes, el Gobierno ha anunciado en el Consejo de Ministros la ampliación a 12 meses en la vigencia de las autorizaciones de plantaciones de viñedos que caducan en 2023 y se permite que los titulares de estos permisos puedan renunciar a ellos sin ser sancionados, siempre que lo comuniquen antes del 31 de diciembre, en la comunidad autónoma donde se concedió la licencia. Asimismo, para las operaciones de reestructuración y reconversión de viñedos enmarcadas en el Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola (Pasve) se ha permitido justificar un 3 % del gasto en vez del 30 %.
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